Le he echado un vistazo al proyecto de Ley del Presupuesto 2020 de Andalucía en clave de política sanitaria y la conclusión no puede ser más felliniana: e la nave va. La película de Fe-Fe, como es sabido, regala imágenes impagables, que narran los  esfuerzos de empeños imposibles en estirar la continuidad, cueste lo que cueste, de un mundo que se acaba. Las grandes partidas sanitarias de las cuentas públicas que quiere sacar adelante el Gobierno subrayan la persistencia de las grandes inercias ya conocidas.

Habrá un presupuesto sectorial que disfrutará de cierto dopaje (aunque le pese a la Consejería de Hacienda y por una sola vez) hasta sumar algo más de 10.824 millones de euros. Dopaje que se chupará el sistema sanitario como una esponja sin que ello suponga la aparición de resultados de relumbrón, como es bien sabido por cualquiera que ande en el mundillo. Los casi 100.000 empleados de la sanidad pública andaluza seguirán ahí, cobrando lo de siempre más o menos. Y el presupuesto de farmacia, también. Unos 2.000 millones previstos para gasto de receta bajo la mirada atenta del SAS, que se compromete a tener un gasto en medicamentos por debajo de la media española, a mantener y subir en lo posible la prescripción por principio activo y a no pasarse de los 10,5 euros por receta. Esto es, quien se creyera que esto iba a ser una playa y que íbamos a asistir a una suerte de nueva taumaturgia gestora, está equivocado.

Mientras tanto, siguen abiertas varias grietas: el SAS pide a gritos un plan renove de tecnología (no todo son los aceleradores de Zara), los nuevos gerentes todavía andan despistados, las críticas internas no salen de la barra del bar, los entornos asistenciales complejos están involucionando a territorios feudales y la Primaria (sin Primaria no hay sistema) sigue estando ausente mientras se desangra, básicamente porque quienes la utilizan no tienen voz para legitimarla y quienes sí tienen esa voz, no la conocen porque no la usan.

Son cuentas. Ni más ni menos. Se echa en falta alguien creíble que explique para qué sirven. Porque para el Presupuesto de 2021, eso del dopaje va a estar mucho más difícil.

Acceso web al Proyecto de Ley del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía 2020.


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