Los diversos elogios a la figura de Lluch por el aniversario de su asesinato indican que la posteridad tiene sus propias reglas. Y, en cierto sentido, no son arbitrarias. Ampliar «Yo hablé con Ernest Lluch»
Que Rusia es una inmensidad muy difícil de comprender desde las democracias liberales europeas no lo cuestiona casi nadie. Que su dualidad abismal histórica en su desarrollo social, cincelada desde los tiempos de Pedro el Grande, ha atravesado los siglos hasta llegar incólume hasta hoy en muchos sentidos, es un hecho. Que el país acepta como fundamento de su convivencia no hacer demasiadas preguntas a cambio de seguridad en el interior y orgullo manifiesto en el exterior, parece darse por sentado. Con esa estructura, con esa reserva de combustible y con ese relato, Rusia afronta su posicionamiento en el mundo actual con prácticas tan antiguas como su herencia bizantina y tan nuevas como la moderna biotecnología. El caso de las vacunas es un ejemplo elocuente. Ampliar «Las vacunas de los zares»
Dice Anthony Fauci en una reciente entrevista (en la que habla de vacunas, salud pública y pandemias) que ha mantenido su puesto como asesor de científico de la Casa Blanca desde los tiempos de Reagan gracias a que su postura siempre ha sido apolítica. Sin embargo, nada hay tan político como la ciencia. Ampliar «El Dr. Fauci y la política»
La Junta de Andalucía pide y recibe donaciones, quién te ha visto y quién te ve, para el funcionamiento del SAS; el ministro de Sanidad anuncia para el año próximo un Centro de Salud Pública varios lustros después del Ciberesp; en El País, piedra de clave mediática de la Transición, se refieren sin tapujos a Corinna como la examante del rey. El tiempo me está pasando por encima. Me alcanzan las mareas entrópicas de Hyperion. Espero la llegada del Alcaudón.
La pandemia está dejando dejado destrozos que ahora empiezan a hacerse visibles en sociedades antes ufanas de su bienestar, como las tremendas inequidades que hacen dudar de la eficacia de un paraguas de protección social que se antoja ahora como una ensoñación. Pero también la marea ha dejado restos aprovechables: entre ellos, la conciencia amartillada de vivir en un contexto de interdependencia real. Ampliar «Covid-19: la resaca social»
El análisis de datos de adjudicaciones de suministros del Servicio Andaluz de Salud (SAS) parece una vía interesante para entender su política de compras. Asunto importante en el ecosistema de salud de Andalucía de la era post Covid-19. El SAS adjudicó en 2019, según sus propios datos de licitaciones, suministros por 165.217.425,29 euros + IVA, desde medicamentos biológicos a respiradores o apósitos. Veamos cómo se organizan esas compras:
El Grupo de Nuevos Proyectos de Aispacs (Asociación para la Innovación Social y la Participación Ciudadana en Salud), del que formo parte, trabaja como una plataforma colaborativa centrada en la visualización de datos y el Análisis de Redes (AR). El Grupo ha abordado proyectos centrados en diversos temas, como el comercio mundial de vacunas, las plantillas profesionales de la sanidad pública, la política de compras de la Administración sanitaria o el mercado mundial del aceite de oliva. Uno de los proyectos actuales del Grupo consiste en visualizar y estudiar en clave de AR la información disponible en la COVID-19 Open Research Dataset (CORD-19), una gran base de datos de investigación abierta de acceso gratuito puesta a disposición de la comunidad internacional ante la emergencia del COVID-19. Ampliar «COVID19, ex Oriente lux»
Cuando se entiende que las vacunas, desde el punto de vista de los sistemas sanitarios, son más una prestación que una compra, se aclara todo un poco más. Bajan los decibelios del ambiente. Encajan mejor las piezas. Se intuye el rastro de una fuente de sentido en toda la maraña de un mercado mundial que mueve más de 25.0000 millones de dólares al año y en el que la vieja Europa, como en tantas cosas, va perdiendo su hegemonía pese a que aún hoy, el principal foco exportador del negocio esté en Irlanda; supongo que más por su fiscalidad que por su musculatura básica en I+D+i. Ampliar «El encaje asistencial de las vacunas»
El agotamiento de los relatos de las filosofías de la deconstrucción ha terminado por afectar a la mismísima imago mundi contemporánea. A la definición del entorno en el que transcurren vidas y azares. La realidad abandona un estado líquido que se creía permanente y se solidifica en moldes siempre provisionales pero asumidos como válidos ante la conciencia radical de la transitoriedad de la vigencia de las narrativas que embridan el transcurrir de las sociedades humanas. Las historias unidimensionales de los medios de comunicación y de la evidencia científica han cedido sus lugares de privilegio a la extracción y modelaje de cargamentos ingentes de datos, dejando a la causalidad atrás, como una autoestopista galáctica a la que se dice adiós desde el espejo retrovisor. Bienvenidos a las nuevas colonias mineras de la información. Ampliar «Datos y redes: conectografía en 3D para el mundo real»
¿Cuánta gente trabaja en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) actualmente? La respuesta a esa pregunta no es fácil. El SAS es una organización del tamaño de una gran compañía multinacional, llena de contradicciones y complejidades. Darse un paseo por su interior con algunos datos esenciales en la mano puede ayudar a entender a quienes viven ajenos a sus cuitas y afanes, pero usan sus prestaciones y pagan por ellas (básicamente a través de sus impuestos), cómo es posible que, a pesar de todo, hospitales y centros de salud abran sus puertas cada día e incluso, muchas cosas funcionen razonablemente bien. El grafo que ilustra este post, basado en datos del Sistema de Información de Recursos Humanos del SAS, permite identificar de un vistazo algunas cuestiones que al paseante profano pueden llamarle la atención. Ampliar «La plantilla del SAS»
Le he echado un vistazo al proyecto de Ley del Presupuesto 2020 de Andalucía en clave de política sanitaria y la conclusión no puede ser más felliniana: e la nave va. La película de Fe-Fe, como es sabido, regala imágenes impagables, que narran los esfuerzos de empeños imposibles en estirar la continuidad, cueste lo que cueste, de un mundo que se acaba. Las grandes partidas sanitarias de las cuentas públicas que quiere sacar adelante el Gobierno subrayan la persistencia de las grandes inercias ya conocidas. Ampliar «Presupuestos Andalucía 2020: e la nave va»
Vivimos ahora, al parecer, la tercera fase de la Gran Crisis iniciada en 2007. Hay quien estima que este rediseño brutal del sistema económico, político y social será fuente de torsiones e incertidumbres hasta aproximadamente 2025, cuando nuestra actual manera de vivir será poco más que un recuerdo. El economista Niño-Becerra sostiene en ‘El Crash’, su libro embridado con cuestiones planteadas por Natàlia Vila, que, tras el agotamiento de las medidas para afrontar la primera fase (gasto público para reactivar la economía) y de la segunda (bajar el precio del dinero en entornos plurinacionales de moneda única compartida), la tercera fase, que nos amanece ahora, viene dada por la consciencia, impuesta por el fracaso de estas medidas, de que los cambios han llegado para quedarse y hay que acostumbrarse a ello: desigualdad social creciente en el acceso a la riqueza y futilidad de viejos conceptos como el de trabajo estable, uno de los pilares del mundo que se fue. Ampliar «Decisiones»