El agotamiento de los relatos de las filosofías de la deconstrucción ha terminado por afectar a la mismísima imago mundi contemporánea. A la definición del entorno en el que transcurren vidas y azares. La realidad abandona un estado líquido que se creía permanente y se solidifica en moldes siempre provisionales pero asumidos como válidos ante la conciencia radical de la transitoriedad de la vigencia de las narrativas que embridan el transcurrir de las sociedades humanas. Las historias unidimensionales de los medios de comunicación y de la evidencia científica han cedido sus lugares de privilegio a la extracción y modelaje de cargamentos ingentes de datos, dejando a la causalidad atrás, como una autoestopista galáctica a la que se dice adiós desde el espejo retrovisor. Bienvenidos a las nuevas colonias mineras de la información. Ampliar «Datos y redes: conectografía en 3D para el mundo real»
El funcionariado y los intelectuales fueron instituciones sociales que modelaron la sociedad del siglo XX en los países europeos occidentales. Las señales de fatiga que muestran hoy anuncian el ocaso del Estado del Bienestar tal como lo conocemos. Ampliar «Impugnación o reforma»
¿Cómo funciona el reparto global de vacunas? ¿Qué rutas sigue? ¿Qué países exportan y qué países reciben vacunas? ¿Hay relaciones de tráfico de doble sentido, países que entre sí comparten sus respectivos stocks vacunales? ¿Cómo es el mapa del comercio mundial de vacunas? ¿Qué razones económicas, sociales, éticas, culturales o geopolíticas pueden ayudar a entender mejor este asunto sobre el que es tan fácil opinar desde el cuñadismo más obtuso? La conectografía puede ser útil para entender mejor la complejidad de estos procesos, de indudable interés público. El grafo que ilustra este post es expresión de ese análisis. Ampliar «Vacunas y conectografía»
El Congreso Nacional Farmacéutico es una de las principales citas del calendario profesional de este colectivo en España. Su vigésimo primera edición se ha celebrado entre el 3 y el 5 de octubre en Burgos y ha supuesto una buena oportunidad para seguir tomándole las medidas a la presencia en Twitter de la farmacia española. Entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre se registraron 9.173 tuits, retuits y menciones relacionados con el hashtag oficial #21CNF. La principal conclusión que he sacado del ARS del evento: las instituciones son importantes para la construcción de una comunidad. Ampliar «Las instituciones hacen comunidad: un análisis del Congreso Nacional Farmacéutico en Twitter»
Asumir que en España la sanidad pública es una conquista social, desde la posición ectópica de quien no se gana el pan trabajando en el sistema, implica hoy en día una cierta autocondena a la mudez que es consecuencia directa de la perplejidad. Esa perplejidad tiene que ver con el proceso de cambio cultural que define el tiempo que nos ha tocado vivir, del que participa, sin duda, la misma sanidad pública, a la que le ocurren cosas que es incapaz de metabolizar: el bucle que conforman las necesidades de mantenimiento del sistema y la fatiga del andamiaje fiscal que lo hace posible; la rotura (que no ruptura) del pacto social en torno al bien común y su expresión institucional; la instauración en la gestión de las dinámicas public choice de Buchanan; la ausencia clamorosa de la ciudadanía como sujeto político en los escenarios de decisión… Son temas que proliferan, aunque casi nadie sepa que está hablando de ellos, en las mal llamadas redes sociales. Un paseo por Twitter me ha llevado a asomarme a esa realidad fijándome en la actividad que concita a su alrededor una institución de referencia por su notable implantación en el territorio, la Consejería de Salud de Andalucía, a través de su cuenta en esta plataforma social, @saludand. Ampliar «Sanidad pública y redes sociales: buscando en Twitter a @saludand»
¿Qué hace falta para que los pacientes, como colectivo, se echen a la calle ante alguna situación que les resulte lesiva? ¿Son capaces los pacientes de protagonizar por sí mismos una verdadera movilización social? Ampliar «Lazos débiles, pacientes y movilización social»
La conciencia de ciudadanía puede tardar siglos en cuajar en un país. Porque se necesitan generaciones para asentar esa cierta confianza individual en sí mismo como una segunda naturaleza que transforma al súbdito en ciudadano. La sociedad civil es la expresión más aquilatada de esa confianza devenida en conciencia y, en los países donde funciona, su nacimiento siempre fue anterior al Estado. Hasta que esto no se entienda en España, todos los esfuerzos institucionales, todas las leyes y todo el dinero invertidos en fomentar la emergencia de una verdadera sociedad civil se irán por el desagüe. Ampliar «Participación, sociedad civil y poder»
No hace mucho alguien que está en la pomada del negocio de la comunicación me relataba una experiencia de pánico vivida por la creme de los editores españoles de periódicos. Reunidos en uno de esos lugares elegantes donde se deciden las cosas, todos atendían a la masterclass de un megaexperto norteamericano del sector, que les explicaba que jamás un periodista español de plantilla volverá a cobrar lo que se cobraba hace diez años simplemente porque el negocio está en quiebra, a pesar de que durante la crisis las empresas se han desprendido de 12.000 puestos de trabajo en los medios españoles y del rescate oficioso (pero real) de los periódicos, que no ha dado resultado. Vuelto el rostro hacia el maná de la monetarización digital que no llega, el sabio americano les señaló el futuro: los textos ya los están escribiendo los robots y los lectores no aprecian mucha diferencia. Silencio atronador en la sala y remoción de líderes en sus asientos. Ampliar «Periodismo: la liberación de los robots»
La comunidad, hacer comunidad, se va a poner de moda, porque es uno de los escenarios más probables hacia los que se encamina el mundo a marchas forzadas. En un contexto global definido por la paradoja del progreso (tenemos de todo como nunca y estamos más cerca de arrasar con todo como nunca), el mapa del futuro se define por tres posibilidades esenciales: el aislamiento (de las personas, de los países, de las instituciones), el establecimiento de zonas de influencia bajo un control férreo del poder (de las personas, de los países, de las instituciones) y la emergencia de comunidades en torno a la deliberación impuesta por el cansancio (de las personas, de los países, de las instituciones) ante el fin de las expectativas programáticas. Ese futuro es a cinco-veinte años vista y así lo dibuja el Consejo Nacional de Inteligencia de EEUU en un completo y complejo informe que ha publicado en enero de 2017. Ampliar «Un mapa del futuro: hacer comunidad»
En determinados ambientes de influencia política y mediática se ha puesto de moda últimamente la reivindicación de la meritocracia, como una especie de vacuna contra la corrupción. El mérito personal como puerta de acceso a la riqueza y al reconocimiento social. Piketty habla de esto en su quizá demasiado conocido ensayo sobre el capital en el siglo XXI y explica que en un escenario donde el gran peso de la economía lo tiene el rendimiento del capital, se generan tales desigualdades que la meritocracia es imposible, poniendo en riesgo la democracia. Este economista francés reivindica como elemento balanceador de esas desigualdades la difusión de los conocimientos, la generalización del acceso a la formación (más que a la información). Todo muy del gusto, como ven, de quienes aún creen en el Estado como principal agente nivelador de la convivencia social. En realidad, es el viejo sueño de la Ilustración pasado por la termomix de la postmodernidad. Ampliar «Meritocracia»