Sobre la participación ciudadana en salud empieza a haber mucho escrito. Quizá demasiado. La mayoría de ese material está guardado en los cajones de los departamentos de la Administración pública encargados de ese asunto, bajo epígrafes que, en realidad, no tienen casi nada que ver con la participación real, efectiva, de una ciudadanía responsable. Entre otras razones, porque esa ciudadanía responsable es en muchos casos un mero sujeto teórico y, también, porque a quien detenta el poder, cualquier clase de poder, le interesa que eso siga siendo así. Porque la participación ciudadana no es más que eso, una transferencia de poder. Pura política. Pura implicación en lo común. En lo público, que es la expresión institucional de lo común. También en salud.
Por eso, hay personas que ha decidido echarle valor al asunto y, conscientes de que las hojas de ruta se diseñan andando, se han lanzado a hacer cosas, a recorrer el túnel que ellas mismas están horadando en la pared de las instituciones para comunicarlas con el mundo exterior. Se han atrevido a arriesgarse, a explorar contactos al otro lado de los miedos. Los integrantes de la Comisión de Participación Ciudadana del Distrito Sanitario de Atención Primaria Aljarafe – Sevilla Norte son un buen ejemplo de ello. Sus 17 miembros (representantes de asociaciones de pacientes, técnicos municipales, profesionales del Distrito, ciudadanos a título individual), después de trabajar en un Plan de Participación y de diseñar sus contenidos, acaban de enviar una carta a los profesionales que trabajan en los 82 centros sanitarios del Distrito poniéndose a su disposición para echar una mano en lo que sea. Hablamos de una población de 600.000 personas que viven en 77 municipios de la provincia de Sevilla.
Esa carta no es para quejarse, ni para reclamar que qué hay de lo mío, ni para respaldar versiones Disney de la realidad en las que nadie cree. Esa carta es para echar una mano. Codo con codo. Para encontrar semejantes en los que reconocerse al otro lado del túnel. Ahora les toca a ellos, a los del otro lado del túnel, contestar.
Fotografía: Martin Wessely.
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