Alfonso Pedrosa. Bueno, ya he desmontado el retablo de Ginés de Pasamonte y sus títeres con el que he venido disfrutando en las últimas semanas en la Facultad de Medicina de Sevilla. Ahora toca escuchar a los 121 estudiantes que han cumplimentado la encuesta del Taller. Y poner notas, je. Pero eso, más tarde. Los primeros datos que tengo a la vista (que vuelco aquí anonimizados, tal como quedé con los alumnos) son los de preguntas muy concretas sobre su presencia en algunos de los medios y herramientas sociales más conocidos. Es una forma imperfecta, limitada, imprecisa, pero real, de cartografiar una parte del territorio de la Red que los estudiantes de Medicina frecuentan. De intentar saber dónde está la gente, dónde se tejen las metáforas del Nuevo Mundo de Internet.

Bien. La encuesta del Taller dice que los estudiantes de Medicina están en Tuenti (abrumadoramente), muchos tienen canal YouTube (67%) y una buena gavilla de los médicos de dentro de unos pocos años trabajan el género de los libros de caras: están en Facebook (62%). Pasan muchísimo de Flickr y una pequeña minoría tiene cuenta en Twitter y LinkedIn.

Si pinchas en la imagen de abajo, se ven mejor los gráficos, en un álbum Picasa:

 

Seguro que hay quien busque y encuentre en estos datos explicaciones a por qué el personal es como es y hace lo que hace. Yo no voy a hacer eso. Pero me quedo con dos lecciones que, con estos datos, me han dado esos 121 estudiantes de Medicina: es posible identificar los territorios de tránsito, los lugares donde pueden surgir, a fuerza de frecuentarse, cruces de caminos que quizá se conviertan luego en lugares de descanso y aprovisionamiento. Puntos de partida. O de llegada. Y, la lección que más me gusta, constatar que son personas, no robots, ni dianas del marketing, ni público objetivo. No son el caladero de nadie. Son personas. Con las que hay que hablar de una en una, a las que hay que escuchar de una en una.  Como quieran, donde quieran, con su propio lenguaje. Y que hacen con la Red lo que les da la gana.

Seguimos.