Ha finalizado la tercera edición de las Jornadas Universitarias sobre Salud y Comunidad Rural, celebradas en La Rinconada (Sevilla). Un intento más de aprendizaje entre iguales, de deliberación compartida en torno a la salud. Otra expedición cartográfica del proyecto-proceso Salud y Comunidad Rural (y ya empiezan a ser una buena gavilla: El Madroño, Jabugo, Zarzuela del Monte, Carmona, Molina de Aragón, Pobo de Dueñas, Villanueva de Alcorón, Checa), para levantar mapas de innovación social y generar dinámicas de deliberación que desemboquen en una capacidad real de intervención en la realidad.
Esta vez, nos llevamos a casa algunas lecciones aprendidas en La Rinconada. Entre ellas:
1. No es quien posee el conocimiento científico-académico el que empodera, al compartirlo, a quienes no lo poseen: es al revés. Son las personas, desde la radicalidad auténtica de su propia experiencia vital (que también es conocimiento), quienes dan sentido a las dinámicas de transmisión de información. Lástima, que las instituciones no entiendan esto y confundan la participación con el pastoreo.
2. Gran parte del personal se maneja en su realidad cotidiana con un doble plan farmacoterapéutico: el conocido por el prestador de la asistencia sanitaria, el de las recetas, y el que se monta la gente por su cuenta con complementos alimenticios y plantas medicinales sin encomendarse a Dios ni al diablo aunque sí a su vecina de cabecera. Este segundo plan es invisible al sistema. Sus riesgos para la salud en clave de interacciones son serios. Asunto importante.
3. La gente quiere saber para actuar y está cansada de versiones Disney de la realidad. Las personas quieren intervenir en el cuidado de su propia salud y en hacer sostenibles los sistemas de protección social (incluida la asistencia sanitaria) de su entorno más inmediato. Pero las personas no saben manejar esa realidad compleja en la que nadie les suele acompañar. Acompañar es mucho más que decirle a alguien que se lea el prospecto (infumable) de los medicamentos. Acompañar es mucho más que repartir folletos contra el tabaquismo.
4. Nada es fácil. Siempre hay obstáculos. Siempre los habrá. Detrás de esos obstáculos, al otro lado del Mar de los Sargazos, está el Nuevo Mundo. Están las personas. La misteriosa tribu perdida de la gente.

20160504_1804585. En la sesión de clausura descubrimos que hay más de 20 razones para vivir en La Rinconada: una de ellas son los magníficos caracoles que se sirven en sus bares acompañados de cerveza bien fría. Eso también es, como demuestra la foto principal que ilustra este post, innovación social.


Fotografía: Lola, Javier, Carmen, Ramiro, Javi y Esteban, participantes en el taller práctico sobre el correcto aprovechamiento de un plato de caracoles después de la clausura de las Jornadas.