Redacción Synaptica. Vaya. Sabíamos que la cosa estaba apretada, pero no tanto. La gerente del Cabimer, una de las joyas de la corona de la política científica andaluza, ha notificado a la gente que trabaja allí que se acabó el apoyo económico a las clases de inglés. Además, ya no se comprará más fruta para el tentempié del personal. Hagan ustedes una foto con el móvil a los rebosantes cuencos de fruta del tiempo que aún pueden verse en las zonas comunes del edificio, porque van a desaparecer.
En concreto, un mensaje de email oficial dice a la gente del Cabimer que "debido a los recortes presupuestarios, a partir de enero Cabimer no podrá a disposición de sus trabajadores la co-financiación de las clases de inglés, ni la fruta de media mañana". Se ruega además "a los usuarios de las clases de inglés decidan de forma colectiva si continuarán con las mismas o no para poder avisar al profesor con tiempo".
Mira que hay de dónde recortar. Con el tema del inglés, medio se puede vivir del cuento. Pero, hombre, quitar la frutita para rematar la peonada con alegría… Chungo.
diciembre 18, 2009 at 11:13 am
Subvencionar las clases de inglés y fomentar el consumo de fruta son dos grandes muestras de sensibilidad que deberían haber sido copiadas por otras instituciones. Es una pena. Eso sí, quitar el chocolate del loro tiene el riesgo de que los loros pueden mutar a cuervos que amenazarán los ojos de los que no han sabido ver más allá del recorte presupuestario…
enero 7, 2010 at 1:03 pm
Si tu mal tiene remedio ¿por qué te quejas?. Si no lo tiene ¿por qué te quejas?.Proverbio oriental
EN CONCLUSIÓN, MENOS QUEJAS AMIGOS…AL MENOS HABÉIS TENIDO FRUTA DURANTE MUCHO TIEMPO. ESTANDO EN TIEMPO DE CRISIS SON MEDIDAS MÁS QUE RAZONABLES. AL MENOS NO TENÉIS RECORTES EN OTROS TEMAS MÁS IMPORTANTES.
enero 7, 2010 at 3:34 pm
Gracias, Patricia, por esa sabia referencia. Es cierto que quedarse en la queja superficial de lo de la fruta no es la mejor postura. Como dice Curiosónimo en el primer comentario a este post, es el chocolate del loro. Lo de esas restricciones en el Cabimer quizá tenga, sobre todo, valor sintomático.