Ilustración: Wikipedia, algunos derechos reservados.
Alfonso Pedrosa. Hace años, no muchos, tener una web era un añadido al que no se le hacía mucho caso en las instituciones sanitarias. Una molestia, cosa de frikis y del marjal político-mediático impropio de quienes se dedicaban de verdad a cosas serias. En ambientes de investigación clínica y básica, eso de la web era perder el tiempo.
Un poco más tarde, las convocatorias para captar fondos públicos empezaron a incluir entre sus requisitos el vago compromiso con una cierta divulgación de resultados hacia la sociedad, hacia el mundo exterior. A fin de cuentas, era dinero del contribuyente. Y eso animó a abrir unas paginitas a la vista pública, con mucha timidez y poca chicha.
Hoy, tener una web decente es un indicador del grado de excelencia por el que una institución va a ser juzgada, medida, evaluada, financiada. Lo increíble es que todavía hay instituciones que no se han enterado de ello. Siguen durmiendo. Pero no por mucho tiempo: al territorio de la Bella Durmiente ha llegado el rock and roll.
El empuje de la cultura de los recursos abiertos y el pánico de los decisores políticos y empresariales a quedar descolocados ante el cambio cultural catalizado por Internet están redefiniendo el campo de juego. Un ejemplo de ello, de los mejores que he visto por ahí, es el trabajo que viene desarrollando el Laboratorio de Cibermetría del CSIC con su ranking web mundial de hospitales. De entrada, unos tipos que piden el Nobel para Tim Berners-Lee ya me caen bien. Si además organizan un sistema de prelación de webs institucionales en función de su visibilidad, riqueza de contenidos e influencia en la comunidad académica, y eso ayuda a sacudir el cocotero, mucho mejor.
Primera web española en el corte de julio de 2013 de ranking: la del Instituto Municipal de Investigación del Hospital del Mar de Bcn; ocupa el puesto 31 en el contexto UE y el 138 en la lista mundial (encabezada por el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York). La segunda web española es la del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
Tener una buena web no significa que seas bueno investigando. Pero si no la tienes, nunca jugarás en primera división.
No me gustan los rankings. Prefiero el prestigio libremente otorgado a través de la deliberación colaborativa. Pero sean bienvenidos los rankings si sirven de despertador.
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