Poltergeist 5. Vía Flickr, by Cryptor Psycho.
Redacción Synaptica. Poco a poco, se va aclarando el camino para que Bruselas diga algo en firme sobre el procedimiento de infracción abierto a España sobre la vulneración de los principios de libertad de establecimiento y comercio en relación con el modelo de farmacia. Ya se saben algunas cosas, pero el culebrón-poltergeist apotecario no ha finalizado aún. Ahora, el abogado general de la Curia Poiares Maduro se ha posicionado (sin anticiparse a la sentencia pero orientando de por dónde van a ir los tiros) sobre la famosísima cuestión prejudicial de Asturias, planteada por los gracias a este asunto también conocidos reclamantes José Manuel Blanco y María del Pilar Chao, a quienes no es probable que condecore, un suponer, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España.
La cosa es, vamos, saber si las normas de la comunidad autónoma asturiana para regular la distribución y apertura de farmacias vulneran o no las libertades comunitarias, porque el TSJ asturiano no lo sabía y por eso preguntó a Bruselas. Pues bien, el letrado Poiares dice que, hombre, está feo lo que se hace en Asturias y, oh, terror y temblor, la aplicación de esa norma "no se justifica por intereses de salud pública", que es uno de los mantras (el otro es la soberanía legislativa de los estados miembros de la UE) repetido una y otra vez por quienes defienden que el modelo debe seguir como está, con cierta astucia lampedusiana.
Y ya que estamos finos, pasemos a Shakespeare. Porque es con una cita de Romeo y Julieta con la que arranca, con un par, el abogado general su argumentación. No es broma. Son las cosas de los intelectuales: "Llevas el hambre retratada en tus mejillas…". Mírense el texto. No tiene desperdicio. Sobre todo, podrán contrastar sus propias valoraciones con las que ya circulan por ahí.
diciembre 13, 2009 at 10:13 am
Que acaben de una vez con la ley fascista de farmacias española.
Ya está bien de privilegios feudales y franquistas.
FARMACIA LIBRE, YA
diciembre 14, 2009 at 12:45 pm
Estoy de acuerdo con la liberalización, pero no con plantearla con los adjetivos que utilizas 🙁