Alfonso Pedrosa. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) de Andalucía ha levantado la suspensión, acordada por esta instancia en junio de 2014, del Acuerdo Marco de Alternativas Terapéuticas Equivalentes (ATE) del Servicio Andaluz de Salud (SAS), conocido como ‘subastas’ hospitalarias. El valor estimado del acuerdo supera los 241 millones de euros y se enfrenta a la oposición de determinadas compañías farmacéuticas, asociaciones de pacientes y sociedades de especialidades médicas, que estiman que la equivalencia entre distintos principios activos bajo patente e indicados para una misma enfermedad debe demostrarse antes de adoptar una decisión de este tipo, por razones de derechos de explotación comercial y de eficacia en el abordaje terapéutico.
 
El TARC ha desestimado un recurso de Roche y ahora acaba de hacer lo mismo con otro de la Federación Española de Hemofilia (Fedhemo). Ante este recurso de Fedhemo, el TARC subraya un argumento técnico para levantar la suspensión: es válido agrupar diferentes medicamentos en lotes para licitar su suministro en las mejores condiciones económicas porque esos diferentes principios activos comparten subgrupo terapéutico en la clasificación ATC y porque en ese lote tienen la indicación terapéutica recogida en su ficha técnica, que define en qué situaciones clínicas deben utilizarse esos medicamentos.