Alfonso Pedrosa. Un paciente, Roger Johnson, escribe al Journal of Participatory Medicine comentando un artículo de John Krueger en el que se destaca la importancia de permitir al usuario que tome sus propias decisiones. Un bonito escenario en el que, como se sabe, las tecnologías de la información y la comunicación pueden echar una mano a que todo vaya mejor. En la práctica diaria, como sabe cualquier profesional sanitario de trinchera, eso no es fácil. Nada fácil. Demasiada presión de muchas clases, ya se sabe. Y no siempre es el usuario el que recela de esas nuevas formas de comunicación. Johnson, paciente con historial familiar de problemas cardiacos y algún que otro factor de riesgo asociado, relata su experiencia (que transcurre en el contexto asistencial de EEUU) con cierta gracia. Dejémosle hablar, en una traducción macarrónica, resumida y libre pero creo que fiable:

"Mi colesterol siempre estaba por las nubes. Eso era únicamente lo que me decían en cada revisión. Nunca me pusieron tratamiento para mejorar mi perfil lipídico, a pesar de mi historial familiar. Decido tomar el control de mi dieta tras investigar por mi cuenta y descubrir que estoy ingiriendo a diario grasas saturadas y colesterol. Incremento en la comida diaria productos basados en plantas, verduras y frutas. Le digo a mi médico que estoy siguiendo esa pauta y me dice: pero eso, ¿qué es? Primer strike".

"Con dieta, sin ejercicio, consigo bajar de peso y mejoran mi perfil de colesterol y mi presión sanguínea. Le envío esas mediciones por email a mi médico, pensando en que esa información le ayudará a entender mejor mi caso y su respuesta es: si tiene preguntas o dudas concierte una cita, tengo poco tiempo para el correo electrónico por mi horario de trabajo. Strike dos".

"Concertar una cita con el médico supone una espera de entre cuatro y seis semanas. Parece que el correo electrónico es un buen sistema de comunicación con un paciente conocido. Desde la perspectiva del paciente, si yo me he preocupado de investigar y aplicar un sistema de trabajo que ha dado resultados medibles, ¿por qué estoy pagando exactamente cuando voy a ver al médico? Strike tres".

Creo que en el argot del beisbol, el tercer strike sin darle a la bola significa algo así como bateador eliminado. 

"Cuando me senté en la consulta del médico durante los obligados 15 minutos para hablar con él, se dedicó a rellenar los campos de datos en el ordenador. Me imagino cuánto de lo que le estaba diciendo estaba oyéndolo realmente".

Y ahora, uno de mis mantras favoritos: esto no va de tecnologías, va de personas. Si alguien quiere comprobarlo, tiene una oportunidad para ello en el primer curso de extensión universitaria sobre Salud y Comunidad Rural