María del Mar de las Heras.- La complejidad para tratar a los pacientes crónicos aumenta a medida que estos comienzan a presentar más de una patología de este tipo y deben recibir, por tanto, tratamientos diferentes y en ocasiones incompatibles para tratar cada una de sus enfermedades. La conciliación farmacológica se ha convertido en el principal reto de la medicina interna, que debe prepararse para el envejecimiento de la población.
Este ha sido el debate principal de la III Reunión de Pacientes Crónicos Complejos, organizada por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y Boehringer Ingelheim y en la que han participado 100 internistas de todo el territorio nacional. "Algunos de estos pacientes siguen controles y tratamientos prescritos por varios especialistas, siguiendo las guías de cada una de las enfermedades y pueden llegar a tener prescritos hasta 15- 20 fármacos. Es fundamental valorar la necesidad, la prescindibilidad y las interacciones farmacológicas de cada uno de ellos", ha señalado la secretaria general de la SEMI, Montserrat García Cors.
Los profesionales cuentan con varias herramientas que facilitan esta tarea, entre las que destacan la historia clínica electrónica única, esencial para un mejor manejo del paciente, ya que mejora la seguridad y permite una mayor proactividad en el propio sistema así como los criterios de Beers, más usados en Estados Unidos, y los criterios STOPP/START (Screening Tool of Older Person’s Prescriptions/ Screening Tool to Alert doctors to Right Treatment).
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