Clone troopers. By Adactio.
Redacción Synaptica. El Gran Clonador sigue ahí. A pesar del escándalo que sacudió la credibilidad de las publicaciones científicas y quebró el principio de buena fe entre los investigadores allá por las navidades de 2005, Hwang Woo-Suk sigue en la brecha, tres años despúes. Los políticos que lo habían arropado lo dejaron solo, el otrora héroe nacional coreano de las células madre quedó a los pies de los caballos del sistema judicial de su país y el coro internacional de mediocres que entonces decía ser su amigo de toda la vida se evaporó. Tres años despúes, este profesor (dimitido) de la Universidad de Seúl, ha colocado su firma en 40 artículos de diversas publicaciones científicas indexadas en PubMed. Hwang, que pidió permiso a su Gobierno en 2007 para reanudar sus trabajos con stem cells embrionarias humanas, fue arrojado del pedestal de la gloria por falsificar datos. Y está demostrando ahora, con datos, que sigue haciendo ciencia, reproducible por cualquiera en cualquier momento en cualquier lugar. Como debe ser. Pocos, muy pocos investigadores, pueden decir lo mismo. Ni avalarlo con una producción anual de más de una decena de trabajos publicados. A veces quizá sea necesario pasar, como diría Rimbaud, una temporada en el infierno.
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