Me encontré hace poco este tuit, que hacía referencia a una noticia publicada en El Global. Me llamó la atención:
La EMA abandona la cartera de Sanidad y pasa a la Mercado Interior, Industria y Empresa http://t.co/LiI3By2wNh
— Lluís Triquell (@TriquellBio) septiembre 11, 2014
Luego, le eché un vistazo a este informe de Science Business sobre la nueva Comisión de Juncker. Me aclaró un tanto las cosas.
Después, di con esta nota de prensa de la Comisión: la potencia de la investigación científica europea tiene que ver con las reformas nacionales.
Y aquí, mientras tanto, calculando a cuánto sale en la nómina cada sexenio de investigación y debatiendo sobre las ventajas e inconvenientes de que un contratado doctor sea vicerrector de la Universidad.
Ilustración: dominio público, from Wikimedia Common.
Ensalzaba yo hace poco muy ingenuamente, en amigable charla con un veterano asesor empresarial, la sabiduría institucional de la República de Venecia en sus buenos tiempos, cuando la Serenísima gobernaba un imperio fundado sobre relaciones comerciales y no sobre el dominio efectivo de extensos territorios en el exterior. Ampliar «Estado, comunidad e innovación social»
Alfonso Pedrosa. Una historia cultural de la Humanidad con mirada europea, en un video de cinco minutos. En Nature. La masa crítica es un factor clave en la capacidad de innovación de una comunidad. Su consolidación depende de la capacidad para retener talento. Su desarrollo, de la capacidad para atraerlo.
Fotografía: Wikipedia, algunos derechos reservados.
Ilustración: George Catlin, dominio público.
Alfonso Pedrosa. Había algo en la cultura de los comanches que desquiciaba a sus interlocutores euroamericanos. Españoles, franceses, mexicanos, texanos y estadounidenses intentaron una y otra vez durante los siglos XVIII y XIX establecer reglas de juego fiables sobre una base de lo que hoy llamaríamos lealtad institucional. Casi siempre fracasaron. Al final, la expansión industrial de Estados Unidos borró de un plumazo a estos señores de las praderas, ya en franca decadencia, en la década posterior a la Guerra de Secesión. La Historia está llena de casos así: choque cultural, el factor tecnológico, etc. Pero el caso comanche es peculiar.
El mundo salubrista (e, incluso, el de la participación ciudadana en salud) se devana los sesos y gasta ingentes cantidades de dinero desde hace décadas en campañas de prevención, sensibilización y promoción relacionadas con la salud. En muchas ocasiones, con la conciencia doliente de que eso no sirve para mucho. Se sabe dónde está el fallo: la verticalidad de los mensajes. Se le intenta poner remedio: la formación de formadores identificados en el seno del colectivo diana de la intervención. Pero la institución emisora del mensaje sigue siendo la propietaria de sus contenidos: la gente desconecta rápido. El embarazo adolescente es uno de esos asuntos. Ampliar «Prevención de embarazos adolescentes entre la audiencia de MTV»
Alfonso Pedrosa. Mi amigo Javier está metido hasta las trancas en la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, centrada en las enfermedades neuromusculares. Me reencontré con él hace más de un año, en el VI Congreso Internacional de Medicamentos Huérfanos y Enfermedades Raras. Ahora acaba de pasarme un video, fresquito y sin estridencias, sobre la actividad de la Fundación, en el contexto del legado de María de Villota. Ahí lo lleváis.
Fotografía: Bluemangoa2z at ml.wikipedia. Algunos derechos reservados.
Alfonso Pedrosa. Asisto al repliegue de las instituciones, una vez roto el pacto social que las sustentaba, y veo en ellas la elección entre dos alternativas: gobernarlas aplicando el procedimiento burocrático conocido, confiando en los meandros de la inercia y hurtando el cuerpo al debate interpersonal; o gobernarlas desde el prestigio de quienes las dirigen, poniendo el pescuezo en el tajo como único argumento posible de credibilidad. Ambos estilos de gobierno necesitan para existir del reconocimiento de la comunidad donde se desenvuelven. De los valores que configuran su universo simbólico y moral.
Los valores son el destilado compartido de la dinámica cultural, que se acumula en los acuíferos identitarios que dan sentido a la misma noción de comunidad. Son como gigantescos depósitos de agua fósil, a los que se mira como salvación en tiempos de sequía. La gobernanza burocrática necesita del agua fósil de los valores para hacerse tolerar. La gobernanza del prestigio, también, pero con más urgencia: porque su fundamento no es la inercia, sino el reconocimiento entre iguales libremente otorgado.
El agua fósil lleva millones de años esperando. Filtrada gota a gota, es invisible. Nadie se preocupa por ella en épocas de lluvias regulares y regadío abundante. Sólo algún pozo artesiano aquí y allá, marcado por la varilla del zahorí, indica que alguien, hace mucho tiempo, supo una vez cómo encontrarla. Ahora, todo el mundo la busca. Porque hay escasez y no se sabe cómo recuperar ese arte perdido.
Se acercan las guerras del agua. La edad de oro del zahorí.