Juanma Cáliz.- Un equipo de cirujanos ortopédicos de la Clínica Universidad de Navarra ha realizado por primera vez en España la reparación del ligamento cruzado utilizando para ello el propio ligamento lesionado. Hasta el momento, el tratamiento convencional en los casos quirúrgicos sustituye el ligamento cruzado anterior (LCA) desgarrado por un injerto de tejido del propio paciente (como el tendón rotuliano o los tendones de la pata de ganso), u otros obtenidos de donantes (aloinjertos). La nueva técnica desarrollada por un equipo de cirujanos suizos (Zúrich y Berna), especializados en lesiones deportivas, es particularmente adecuada para el tratamiento de pacientes atléticos activos y trabajadores cuya actividad requiere un alto grado de estabilidad y propiocepción (sensación profunda obtenida por los receptores del sistema osteoarticular y muscular).
En concreto, el nuevo procedimiento consiste en conservar el propio ligamento cruzado suturándolo. Hasta el momento, sólo se ha empleado esta técnica en algunos hospitales de Suiza y de Alemania y ahora comienza en España, con su aplicación por los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra. La técnica se presenta estos días en el Congreso Internacional de Rodilla y Artroscopia, en el que participan 1.200 especialistas y que se celebra en Madrid desde el 22 hasta el 24 de abril. Durante la reunión científica, la nueva técnica de reparación del ligamento cruzado anterior será explicada por el "padre" del procedimiento, el doctor Stefan Eggli.
La restauración del propio ligamento cruzado anterior ofrece importantes ventajas respecto a las técnicas convencionales. Entre ellas, destaca la estabilización mecánica de la rodilla de forma inmediata, "permitiendo una rehabilitación más temprana, promoviendo la autocuración de la rotura y restaurando la sensibilidad profunda o propiocepción", destaca el doctor Andrés Valentí, especialista del departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra, formado en Suiza en esta técnica pionera. Además, sostiene que "no se requiere tomar tendones o injertos del propio paciente a diferencia de la cirugía convencional. Esta circunstancia incide tanto en la reducción de la extensión de la cirugía, como en un mejor control del dolor postoperatorio y en la inexistencia de debilitamiento de los músculos tomados como injerto".
Los pacientes que se someten a cirugía de LCA son por lo general personas jóvenes y con alta demanda laboral o deportiva. En ocasiones vuelven a presentar nuevas lesiones del mismo ligamento intervenido. El nuevo procedimiento permitiría una cirugía de revisión con nuevos tendones propios no utilizados en la primera cirugía. Según indica el doctor Valentí, "el tratamiento se basa en el potencial de curación del propio ligamento cruzado unido a la colocación de un implante que proporciona las condiciones óptimas de estabilidad para la curación biológica de la rotura del ligamento".
Tres semanas de la lesión, plazo máximo
Una condición previa para poder aplicar esta nueva técnica reside en que el ligamento cruzado anterior dañado conserve "la vitalidad y capacidad suficiente" para repararse. Esta circunstancia tiene más posibilidades de que ocurra durante las primeras semanas inmediatamente posteriores a la lesión del ligamento, por lo que se recomienda que la nueva técnica quirúrgica se aplique dentro de las primeras tres semanas desde el evento traumático. Por tanto, informa el especialista, "en principio, las roturas crónicas no son susceptibles de esta técnica quirúrgica".
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