Howdy, I’m H. Michael Karshis. Odie at Olmos Pharmacy.
Redacción Synaptica. El vecino, sus barbas y las de los boticarios españoles, que llevan tiempo en remojo. La Comisión Europea ha decidido iniciar un procedimiento de infracción (sí, igualito igualito que el de España: dictamen motivado, aunque por razones concretas diferentes) contra Alemania y Portugal. Las restricciones en la propiedad de las farmacias (un boticario sólo puede ser dueño de… ¡Cuatro oficinas!) en ambos estados miembros y la prohibición en Portugal de la integración vertical han animado a las autoridades comunitarias a poner la proa a tamaños obstáculos para la libertad de mercado. En España, mientras reciben o no en Bruselas al ministro de Sanidad, intentan lidiar con el dictamen propio la distribución cooperativa (aunque una parte de estas entidades se alíe con multinacionales interesadas en la integración vertical) y los colegios profesionales (capeando mal que bien el cisma abierto entre el colegio farmacéutico de Valencia y el Consejo General, con expediciones de presión por separado para llamar a las puertas de las instituiones comunitarias). Según algunos medios especializados, el procedimiento comunitario contra Portugal y Alemania podría afectar indirectamente a España, ya que podría considerarse insuficiente la tímida apertura al capital no farmacéutico prevista en la Ley de Sociedades Profesionales.
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