Redacción Synaptica. Muchos medios reproducían el otro día el dato: en las cárceles españolas hay 19.000 reclusos que padecen una enfermedad mental grave. Según los últimas cifras del INE, en España hay 76.371 personas entre rejas. La percepción no es nueva. Además de la evidente masificación de las prisiones, algunos estudiosos del asunto concluyeron en su momento que la transición de los antiguos manicomios al modelo actual de asistencia psiquiátrica no se había hecho bien; que el número de pacientes ingresados antiguamente no se correspondía con la capacidad actual de los servicios hospitalarios y que, en resumen, muchos de aquellos pacientes hoy día están en la cárcel. Inglaterra y España con la mayor tasa de reclusión tienen el menor número de camas destinadas a ellos. Según la noticia, la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) y la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES) le han dado vueltas al asunto para pedir explícitamente transferir la red sanitaria judicial a la red sanitaria global para que sea "el mismo sistema sanitario público el que atienda a los enfermos mentales al igual que ocurre con otras especialidades médicas". También hace poco, asociaciones y foros profesionales se hacían eco de la situación en el centro penitenciario de Huelva. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) denunciaba que "los enfermos mentales malviven en las prisiones con la doble condena de estar enfermos e indefensos en un lugar que no les corresponde y que no está preparado para albergarlos ni atenderlos", una declaración parecida a la realizada por los fiscales de Vigilancia Penitenciaria, que el miércoles se reunieron con el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, para llamar la atención sobre las "carencias de medios humanos y materiales" en este tipo de atención. Pena múltiple: enfermo y en el maco. El blog de Lourdes Chasco especializado en derecho penitenciario realizó hace poco un sereno repaso al tema en el que alude a la importancia de la atención temprana y aporta dos documentos de interés: El Estudio Transversal sobre Sanidad Penitenciaria y el Estudio PreCA (Prevalencias de Prevalencias de trastornos mentales en cárceles). Y aquí, que nos gusta sacar a relucir la telecosa, cabe destacar la existencia en Madrid de un proyecto de asistencia por videoconferencia entre presos y psiquiatras de Alcalá Meco, según cuenta Portaltic.
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