Cabarete. By Space Ritual.
Juan Miguel Hiraldo. Enfermar en un país en vías de desarrollo es un problema doble. Por un lado, figura el no disfrutar de los beneficios que da tener una buena salud, y por otro, el elevado costo de los medicamentos. Recientemente se ha dado a conocer un grave problema: la venta de medicamentos adulterados, que ya ha ocasionado algunas muertes. Una fuente sanitaria de la República Dominicana ha revelado que para la fabricación de los medicamentos falsos se utilizan diversos productos; entre los menos nocivos figuran el azúcar o la harina de trigo, entre otros. La misma fuente indicó que el consumo de estas medicinas causa muertes cada día en el país caribeño, una situación que no es desconocida en la historia sanitaria del país. El director psiquiátrico del hospital Luis Eduardo Aybar, Secundino Palacios, aseguró que en ese centro de salud, que es el sanatorio público dominicano más importante, ha atendido a varias personas que posteriormente han muerto por el consumo de fármacos adulterados, según relatan medios locales. A principio de mes, representantes la Secretaría de Salud Pública dominicana difundieron la información de que se habían incautado cientos de unidades de gamma globulina humana, así como estimulantes del apetito, estimulantes sexuales, cremas faciales y calcio, todos sin registro sanitario. Asimismo, las autoridades sanitarias confirmaron la muerte de dos personas tras administrárseles medicamentos falsificados en hospitales públicos de Santo Domingo. La Administración realizó un operativo en el que se desmantelaron en la capital dominicana y en la provincia de Moca (norte del país) decenas establecimientos distribuidores de medicamentos adulterados. Según aseguran las fuentes sanitarias, ese comercio ilícito genera cerca de 1.000 millones de pesos (unos 28.500 millones de dólares) cada año. La Organización Mundial de la Salud y la Convención de Ginebra califican de crimen de lesa humanidad la fabricación de medicamentos adulterados o la venta de los ya vencidos.
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