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Información sanitaria e innovación social

Spiderman, los pacientes y los trasplantes

Redacción Synaptica. Como le decía Ben Parker a su sobrino Peter, alias Spiderman, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Y ése parece ser uno de los conceptos que inspira el cartel que ilustra este post y, en general, toda la campaña de la que forma parte, centrada en la donación de órganos.

Gran iniciativa, emocional, directa e inteligente, la del proyecto Tobecontinued y de toda la gente que la apoya, como la Asociación de Trasplantados de Páncreas de Sevilla, entre otras.

La importancia de posicionarse

Redacción Synaptica. Siguiendo el debate sobre el anteproyecto de Ley de Salud Pública de Andalucía, nos ha llamado la atención la consistencia argumental y la seguridad del discurso de una asociación de personas relacionadas con el VIH-sida, Adhara, al poner en cuestión una parte del articulado de esa iniciativa legislativa. Más allá de la resolución técnica de esas discrepancias, que afectan a asuntos tan importantes como las repercusiones jurídicas del ejercicio de las libertades fundamentales, es una buena noticia que en el tejido asociativo andaluz relacionado con el mundo de los pacientes haya gente dispuesta a jugar en primera división, a entrar en el fondo de los asuntos, a posicionarse en debates nucleares. Porque eso cimenta la credibilidad y la capacidad de interlocución.

Merece la pena echarle un vistazo a la web de Adhara. Contiene iniciativas tan interesantes como su ventana abierta a que cualquiera pueda plantearse el someterse a una prueba rápida del VIH en un entorno seguro, confidencial y accesible.

El artículo 13

Fotografía: Galería Flickr de Emilio del Prado. Algunos derechos reservados.

Alfonso Pedrosa. Hay dos cosas que realmente me gustan del anteproyecto de Ley de Salud Pública de Andalucía, pendiente aún de entrar en la agenda del debate parlamentario, y otra que no me gusta nada.

Lo que me echa para atrás de la iniciativa es precisamente que es una ley. Quiero decir: cualquier día de éstos, la autoridad legisladora de turno nos va a garantizar el derecho a la inmortalidad. Se legisla demasiado y se aplican las leyes demasiado poco. Pero eso es sobre todo un problema del contexto en el que se desenvuelven las relaciones entre el Estado y los ciudadanos en un sistema de representación democrática cuyos bordes ya han sido superados por el cambio social. No es una característica que haga, per se, más o menos inoperante un proyecto legislativo concreto. Aunque limita, sin duda, paradójicamente, su legitimidad de origen. Queda, pues, el futuro ejercicio de la ley, su aplicación práctica, como fuente de legitimidad fundamental.

Me gusta de ese anteproyecto de Ley la irrupción, por fin, del concepto de Evaluación del Impacto en Salud (EIS), que queda definido así en el borrador: "Combinación de métodos y herramientas con los que puede ser evaluada una política, un programa, proyecto o actividad, en relación a sus potenciales efectos en la salud de la población, y acerca de la distribución de esos efectos entre la población". EIS con consecuencias: un informe de evaluación muy concreto y, en ocasiones, preceptivo.

Pero lo que más me gusta del anteproyecto de Ley de Salud Pública de Andalucía es el artículo 13. El derecho de la gente a intervenir, desde el principio, en este mundo hasta ahora reservado a los grandes, a los sabios y a los poderosos. Dice el artículo 13: "La población en Andalucía tendrá derecho a la participación efectiva en la formulación, desarrollo, gestión y evaluación de las políticas en materia de salud pública, de manera individual o colectiva". Eso está bien, muy bien. No he podido evitar acordarme de planteamientos sobre los que hemos deliberado aquí mismo, en Synaptica, tiempo atrás: si la sanidad pública es de la gente, ¿por qué la gente no participa en su gestión? En este punto, los redactores del anteproyecto se enfrentan a una auténtica prueba del algodón: el desarrollo reglamentario (ah, la tentación de controlar los reglamentos) de los mecanismos que lleven a la práctica este derecho. Es importante no equivocarse aquí: está en juego mucho más que la tranquilidad doméstica de los órganos clásicos de participación. Está en juego la reconexión de la vida pública con las aspiraciones reales de las personas reales y sus vidas reales.

El debate está abierto y la misma Administración sanitaria ha habilitado un espacio, vía blog, para, por ahora, sobre todo, prestar oído a las conversaciones que se generen a su alrededor. Buen comienzo, aprender a escuchar; es el paso previo para aprender a hablar.

 

 

Internet, salud pública y apertura institucional

Redacción Synaptica. Acaba de lanzarse una bitácora impulsada por la Administración sanitaria andaluza con la idea de "auspiciar la participación y el debate" sobre el anteproyecto autonómico de Ley de Salud Pública. El blog se llama Ley de Salud Pública de Andalucía y permite suscripciones RSS y comentarios. Está hecho con WordPress y tira de algunos otros hubs benevolentes, como Google para la agenda y Flickr para las fotos.

Farmaindustria, Internet, los pacientes y las redes sociales

Redacción Synaptica. Hace unos dos años, cuando aquí hablábamos del nacimiento de Vi.vu, esto de Internet y la salud, al menos en España, todavía no jugaba en las grandes ligas. Ahora, valga el ejemplo de este proyecto empresarial, que viene al caso, para demostrar que algunas cosas están cambiando. No está muy claro en qué dirección, pero están cambiando. El último número de la revista Pacientes, de la Fundación Farmaindustria, dedica su portada y un amplio reportaje de Meritxell Tizón al fenómeno de las redes sociales en Internet y su presencia en las asociaciones de pacientes.

En ese reportaje se menciona el caso de Puedoser, web que pretende aglutinar y dar espuesta a las inquietudes de personas interesadas en información sobre el trastorno bipolar. Precisamente, Vi.vu aparece respaldando el know how de este proyecto, en el que colaboran la compañía farmacéutica AstraZeneca y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, Cibersam.

En el reportaje también se menciona que "la Fundación Farmaindustria se ha incorporado a las redes sociales", con un canal YouTube y un perfil en Facebook.

Por qué los e-pacientes utilizan Twitter y Youtube

Redacción Synaptica. ¿Por qué una persona afectada de esclerosis múltiple o diabetes se adentra en algunos territorios de Internet? Ahí va la presentación de @luisluque (este chico no tiene techo, ya lo verán) desde Tromso, Noruega, con algunas pistas ofrecidas por los propios pacientes.

Internet, salud, fibromialgia y personas

Alfonso Pedrosa. Estudiando el funcionamiento de la red Guadalinfo, me he encontrado con una experiencia local sobre Internet y salud que remacha, una vez más, la importancia de las personas en cualquier proyecto. La iniciativa se denomina Una ventana al exterior y ha conseguido poner en contacto a pacientes de fibromialgia de dos pueblos de la provincia de Sevilla; para compartir experiencias, formarse, informarse y ejercer sus derechos ciudadanos. Sin las dinamizadoras de los centros Guadalinfo de Gelves y de Castilblanco de los Arroyos, muy probablemente hubiera sido imposible el proyecto (como tampoco desde Synaptica hubiéramos podido llevar a cabo el EV2 sin Loli, del centro Guadalinfo de El Madroño).

En cualquier caso, lo que está clarísimo es que el proyecto con pacientes de fibromialgia no tendría sentido alguno sin las personas que hay detrás de las asociaciones Fibrogelduba de Gelves y Fibrocastril de Castilblanco. Pero, mejor, dejemos que ellas se expliquen. Ahí va su relato, en primera persona, sin trampa ni cartón.

 

Salud, consumo de alimentos y renta familiar

Redacción Synaptica. Tener al alcance una mayor renta disponible no genera automáticamente un efecto de bienestar. Ser más rico, o menos pobre, no implica necesariamente controlar mejor ciertos determinantes de salud, como la dieta. Ésa es la paradoja que analiza Paulina Terrazas en este post del blog de la revista Nexos, de México.

Según el análisis de Terrazas del gasto en alimentos de las familias mexicanas a partir de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares, Enigh, los pobres gastan más en cereales y verduras que quienes disfrutan de rentas más altas. En sí, lo que destaca la autora del post de referencia no es que las familias depauperadas se alimenten mejor, sino que en los entornos de rentas más altas, obviamente, hay más opciones. Otra cuestión es que esas opciones sean las más saludables. En este sentido, Terrazas dice, en contra del enunciado clásico que asocia mayores ingresos a patrones de consumo de calorías de mejor calidad que "tener mayores ingresos no garantiza una mejor alimentación en general ni un estilo de vida menos sedentario". Parece que no todo es cuestión de dinero, también influyen las maneras de vivir. Y ése es el territorio de la cultura, de la educación, de los sistemas de creencias y valores. Aunque el dinero ayude, desde luego. Si no, que se lo pregunten a las víctimas más doloridas de la crisis económica.

El planteamiento de Terrazas puede dar pie a otra reflexión, mucho más abierta, especialmente pertinente en los países donde hay un mínimo de acceso generalizado a un amplio abanico de productos y servicios. La constatación del divorcio entre los mensajes de las campañas de salud pública que presionan al público para que coma verduras y haga ejercicio y la realidad cotidiana de la gente, donde los factores sociales y económicos (desde las condiciones laborales a los precios de los diferentes productos del supermercado) bloquean de facto el acceso a una mejor cultura alimentaria y de cuidado de la salud.

Hacia las redes distribuidas en salud

Redacción Synaptica. Las personas que participan en los cambios culturales rara vez lo hacen con plena conciencia de estar protagonizando un proceso de inmersión en un nuevo mundo. Hacen falta puntos de referencia, indicadores (por lo general, externos), que digan que la realidad se está transformando. En un proceso de cambio cultural como el definido por el tránsito hacia la sociedad red desde las etapas finales de la modernidad industrial, uno de esos indicadores esenciales es el identificado por los fenómenos de distribución de la información: quién la controla, cómo se elabora, cómo se difunde, a quién llega, qué puede hacer con ella quien la recibe. La gestión de la información relacionada con la propia salud, la interacción de la gente con las organizaciones asistenciales que tienen que ver con la vida de las personas, es un ámbito donde estos asuntos se presentan como especialmente sensibles, relevantes, cruciales. Por eso, observar cambios en el manejo de la información en este ámbito es una buena manera de comprobar si se están produciendo fenómenos de transición, movimientos, en ese proceso de cambio cultural. Si, además, ese movimiento avanza hacia una cultura de red distribuida, donde no hay guardianes, sino, a lo más, gestores de la información, nodos federadores, operarios de plataformas de distribución, ese indicador se convierte en un factor pronóstico positivo, en una confirmación de ruta: esto va bien. Al menos, para nosotros.

Viene a cuento todo esto por este post de la Asociación Sapame, "un grupo de personas de Granada con algún tipo de discapacidad por enfermedad mental". En él se relata la constitución de un mecanismo de participación ciudadana en el sistema sanitario público (en este caso, la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital San Cecilio) con una ya larga tradición (la creación de comisiones) aunque, en términos de resultados prácticos, no muy operativo las más de las veces. Lo nuevo del encuentro entre los integrantes de una asociación de pacientes y sus interlocutores asistenciales no es que se produzca, sino que se cuenta en abierto, reduciendo casi al mínimo la longitud de la cadena de transmisión del mensaje (y, por tanto, las posibilidades de manipulación, de ruido, de interferencias). Multiplicando, por eso mismo, las posibilidades de interpretación, digestión, reelaboración, de la información y realimentación del proceso de interlocución. Sentando las bases para algo muy parecido (aunque todavía no lo es) a una verdadera deliberación entre iguales.

Nos cae bien la gente de ese movimiento asociativo. Porque piensan distinto. Y así lo hemos hecho notar. No sabemos si, en su dinámica interna, este grupo de ciudadanos querrá avanzar por el territorio que va de la participación a la corresponsabilidad efectiva en la gestión de la sanidad pública, llegando a propuestas en cierto sentido tan radicales como las que hemos planteado en Synaptica alguna vez. Eso, por el momento, es lo de menos. Lo importante es que ya se están registrando experiencias constatables de una nueva manera de entender la información como un valor a distribuir, no como un patrimonio a administrar.

El sonido de la risa

Redacción Synaptica. Ahora que en nuestro entorno cercano empiezan a cuajar interesantes iniciativas de posicionamiento y proyectos legislativos más o menos directamente relacionados con las posibilidades abiertas por Internet en el ámbito de la salud, es buen momento para recordarnos a nosotros mismos que sólo es posible hacerse entender eficazmente si se habla con una voz humana. Y que el sonido humano que suena más auténtico en la Red es el de la risa. Porque es el mejor indicador de la celebración del encuentro entre semejantes en libertad. La risa de la gente. Como la de las participantes en este taller de la Asociación de Mujeres Higea con patologías reumáticas.

Las metáforas son peligrosas

Alfonso Pedrosa. Las metáforas son lo más peligroso del mundo, como bien sabía la madre de la muchacha a la que quería enamorar el cartero de la historia de Antonio Skármeta. Quizá eso sea así porque las metáforas llevan dentro una carga de verdad que, en contacto con lo imaginario, con el mundo de los sueños, pone en marcha una reacción en cadena capaz de transformar la realidad, de subvertirla.
 
Durante estos días he leído y escuchado algunas metáforas en torno a lo que ocurrió en el EV2 de El Madroño. Maneras de explicar qué es lo que sucede cuando se constata la existencia de una comunidad real (hecha de vidas reales, integrada por personas reales) y se entra en contacto con ella, se habla y se escucha. Qué es lo que pasa cuando se abre una conversación, una deliberación entre iguales. En este caso, sobre Internet, salud y comunidad rural. Emerge entonces, indefectiblemente, la cuestión de dónde está la gente 2.0. La misteriosa tribu perdida de la gente.
 
Algunas de las metáforas sobre el EV2, las más puras, son imágenes: es la foto de @soyrami que ilustra el post en el que dábamos cuenta de nuestras primeras impresiones. Son las fotos de @estebancicero, su etiquetado (Attendance, El Madroño Convention Centre, Comedor de Ponentes, Speakers) y el contraste que evidencian con un mundo de relaciones y negocios con el que hay que convivir pero que se está quedando viejo, muy viejo: después del EV2, oír hablar de ese mundo es como recordar un episodio de las Guerras Púnicas y sonreír oyendo el relato de Aníbal y sus elefantes en los pasos alpinos.
 
Han aparecido también entre algunos participantes en el Encuentro símiles y concordancias, vividos o soñados, relativos a la actividad de ciertas movilizaciones setenteras que buscaban la alianza cultural y política entre el campo y la ciudad. Las mil flores de Mao. Otras personas han recordado el activismo universitario de Einstein en Princeton. O el de Federico García Lorca y los viajes de La Barraca, haciendo teatro por los pueblos de España. O la vida fecunda de los benditos maestros de pueblo. Incluso hay quien se fue al relato del mito de Croatan, interpretado en una clave de innegable raíz indiana.
 
También he asistido a intentos de verbalizar lo que ocurrió en El Madroño a través de metáforas agrícolas. Cómo no, la cultura es cultivo. Hay quien ha recordado la parábola bíblica de la higuera estéril y su indulto en la esperanza de que, si se cultiva la tierra, el árbol dará fruto. En Synaptica manejamos otra idea agrícola, la de la siembra, antes, durante y después del EV2; pusimos en marcha esa iniciativa con la ilusión de explorar la posibilidad de que, si se siembran patatas, se cosechan patatas. No estoy seguro de si lo que se ha sembrado en el EV2 son patatas o pimientos: la deliberación entre iguales lo descubrirá. Pero sí que parece que cada una de las personas que estuvimos allí, con biografías y sensibilidades dispares, compartimos la idea de que eso que se ha sembrado, ahora hay que cuidarlo, acompañarlo en su crecimiento.
 
Por ahora, lo que he sido capaz de metabolizar, despúes de la maravillosa puesta en común tabernaria posterior al EV2 y el paso del tiempo de una semana, alcanza para lo que sigue.
 
1. La conversación es posible si se abre un espacio de confianza creíble. Eso tiene que ver con las personas, no con las instituciones. La fuente de la credibilidad es el prestigio. La de la confianza, un cierto territorio conceptual compartido. La credibilidad y la confianza conectan entre sí a través del compromiso ético continuado con una determinada realidad. Estos conceptos primarios son el único pasaporte de acceso a la conversación: aquí no hay tribunales de limpieza de sangre ni ejecutorias de hidalguía. No se le piden papeles a nadie.
 
2. La implicación de personas de la comunidad local con conocimiento de los elementos que configuran este tipo de iniciativas es absolutamente esencial. Son ellas las primeras tejedoras del contexto que hace posible la conversación. Eso significa que, para aplicar en otros entornos las experiencias que se van incorporando, no sirven los esquemas de patronaje propios del mercado de masas, pensados para la producción en serie. Cada intervención sobre la realidad debe tener un carácter artesano irrenunciable, pensada desde personas concretas entre personas concretas para personas concretas. Cada conversación es única en su origen, en su planteamiento y en sus consecuencias. Este hecho trastoca los supuestos desde los que habitualmente se diseñan actividades, se planifican acciones y se calculan costes y beneficios.
 
3. La heterogeneidad en el grado de conocimiento de las herramientas tecnológicas propias de la cultura de Internet no invalida la calidad de la conversación. Como aprendimos gracias a @randrom, había personas en el EV2 que no quieren utilizar la Red para ejercer sus derechos ciudadanos en el ámbito sanitario ni para saber más sobre salud, pero a las que les apetece echar una tarde con sus vecinos y los forasteros de paso aprendiendo cosas nuevas; otras que jamás habían tocado antes un ordenador pero a las que sus problemas o su curiosidad les llevan a interesarse por aprender a aprovechar los recursos de la Red; y, finalmente, personas ya introducidas en el mundo de Internet que descubren que ese conocimiento les puede ser muy útil para saber más sobre su salud y para ejercer sus derechos ciudadanos. Esa diversidad no es un problema, sino un regalo, porque abre territorios nuevos a la conversación entre personas.
 
4. La incorporación a la cultura de la Red es progresiva, aunque puede darse en varias dimensiones a la vez. En una primera etapa, Internet es una fuente de información; es lógico que el debate, en esa fase, sea el de la calidad de la información, la acreditación de webs y la fiabilidad de las voces que se oyen en la Red. La misma experiencia práctica conduce a una segunda etapa, la de entender Internet como un territorio, como un ecosistema donde coexisten muchos nichos ecológicos diversos. Esa experiencia lleva, a su vez, a una tercera etapa: la de la redefinición de la propia identidad en virtud de múltiples procesos de mestizaje a través de la conversación. La identificación del momento en el que se halla cada persona, y compartirlo conceptualmente y en la práctica, es fundamental para que fluya la conversación.
 
5. La conversación fortalece a quienes forman parte de una red y a la red misma, pero también amplía su tamaño y modifica las percepciones y autopercepciones de quienes participan en ella. No es una boutade afirmar que, después del EV2, quienes participamos en él somos un poco mejores y sabemos más.
 
6. La nanoescala funciona. Eso abre a la exploración un nuevo territorio, definido por el cambio en la relación con el factor dinero. Una iniciativa como el EV2, articulada desde el enfoque de los valores que funcionan en Internet (pasión por lo que se hace, bricolaje, gestión de recursos en términos de subsistencia, solidaridad entre iguales, ética hacker, devolucionismo), es un indicador, modesto pero real, de que quizá sea posible encontrar un lugar para vivir en el medio ambiente laboral degradado de una cultura industrial en decadencia sin perder el sentido de la dignidad humana por el camino. Incluso es posible que sea viable una cierta manera de entender los negocios, las empresas, el trabajo, una forma de ganarse la vida, próxima a alguna versión postmoderna de los artesanos preindustriales que, por ahora, sólo soy capaz de intuir pero no de definir. Este asunto requiere una tarea prospectiva que está por hacer.
 
7. Hay que documentar, cartografiar, cada nuevo territorio, cada hallazgo que se identifica, y volver cuantas veces sea necesario a la reformulación personal de los principios originales que impulsan a cada cual a implicarse en los procesos migratorios hacia el Nuevo Mundo de la Red. Es muy fácil perderse en la jungla, aplicar las reglas del Viejo Mundo al Nuevo, despistarse, querer desenvolverse con los propios tics culturales heredados en una realidad nueva, donde esas referencias ya no funcionan. Para evitar eso están la deliberación entre iguales, el estudio de los mapas que se van dibujando y el regreso continuado a los relatos de lo vivido y lo aprendido, a una cierta mitología familiar, que va configurando las señas de identidad compartidas entre quienes se reconocen entre sí como semejantes.
 
Seguro que todo este destilado se irá modificando con la conversación que hemos abierto entre todos, especialmente cuando, gracias al trabajo de @drzippie, el microsite del EV2 se vaya poblando de material y podamos regresar a él una y otra vez.

La salud, la Red y la gente

Redacción Synaptica. Tuvo lugar. Ya pasó. El segundo Encuentro Viral se celebró este sábado en El Madroño, el pueblo más pequeño de la provincia de Sevilla. Quizás andemos un poco empantallados todavía, con cierta dificultad para ver objetivamente lo que allí sucedió. Probablemente, con el tiempo, el reposo de las ideas nos diga, sobre todo, para qué. Si algo nos resulta evidente es que esto no ha sido un evento al uso sobre la Red y el mundo de la salud. Casi todo el equipo de Synaptica, amparados por la generosidad del farmacéutico local Javier Guerrero (@fjavierguerrero) y Loli, dinamizadora del Centro Guadalinfo, tuvimos la suerte de compartir un día con el pueblo, con la gente, comer en El Chico y sentarnos un rato a hablar.

Se intentó repasar, con algunas pinceladas, qué está pasando en Internet y cómo eso está cambiando nuestra identidad, nuestra forma de entender la vida, en general, y la relación entre los ciudadanos y el sistema sanitario en particular. Así tuvimos la suerte de conocer de primera mano cómo un grupo de farmacéuticos de pueblos dispersos de toda España han conseguido organizarse y ponerse en marcha gracias a la creación de un blog. Así también pudimos aprender de @emilienko y su blog, de cómo por su cuenta y riesgo ha sido capaz de integrar con sensatez las herramientas de esta nueva cultura en la cruda y apasionante realidad asistencial. Y así pudimos también entender el valor de un medio electrónico en el ámbito rural, gracias a @drzippie y el caso de pontecesures.net. Pero sobre todo hemos podido acercarnos a la gente, trasladar a la calle esos debates que circulan en redes custodiadas con celo y en saraos blogosféricos de boato.

Lejos de la doctrina iluminada de la nueva era y de los gurús del e-health, y mucho más lejos de la simple desvirtualización de twitteros, nos hemos sentido vivos, cercanos, arropados por la calidez de la gente del Madroño. Eso nos permite afirmar que el cambio ha comenzado, que no hace falta buscar las medallas ni los foros de excelencia para compartir conocimiento. E incluso que tampoco hace falta tomar la Bastilla para intentar cambiar la vida. Este cambio cultural que facilita la Red no es solo para las élites. Es para la gente. El EV2 nos ha hecho sentirnos casi tan vivos y cercanos como esa conversación entre Concha, una de las asistentes, y @emilienko que ilustra este post.

Por lo demás, para conocer en detalle de qué se habló iremos subiendo material a http://www.encuentroviral.es. Nos vemos en la calle.

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