Redacción Synaptica. The Lancet repasaba recientemente en un reportaje algunas iniciativas más o menos aisladas desarrolladas en varios sistemas sanitarios que proponían incentivos económicos por adoptar estilos de vida saludables. Al parecer, este enfoque ha llegado a determinadas recomendaciones del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) británico, que apoyaba el establecimiento de incentivos a drogodependientes que cumplan en los programas de deshabituación; y a su National Obesity Strategy, que sugirió incentivos financieros para fomentar la pérdida de peso, una alimentación saludable o el aumento de actividad física. El artículo repasa programas concretos: incentivos financieros para fomentar la adhesión de los padres a los programas de vacunas, seminarios a madres jóvenes para evitar embarazos no deseados mediante el pago de 7 dólares por clase; o canjear vales de transporte y cestas de alimentos en pro de la adherencia terapéutica entre tuberculosos en tratamiento en Rusia, América Latina y algunos países de Europa oriental. En España, la única iniciativa similar, que también menciona Lancet, es un estudio realizado por la Facultad de Psicología Universidad de Oviedo y el Proyecto Hombre de Asturias, Efecto de los incentivos sobre la retención en un tratamiento ambulatorio para adictos a la cocaína.
Fotografía: Anita Martinz by Flickr (Creative Commons)
Redacción Synaptica. Nacer en Andalucía supone cargar con la perspectiva estadística de morir dos años y medio antes que si se hubiese nacido en Navarra, la comunidad con mejores indicadores del país. El peso de las desigualdades económicas es tal que, si no cambia la tendencia, "Andalucía no alcanzará la esperanza de vida que se disfruta ya en España hasta el año 2014 y no alcanzará la de Navarra hasta 2020". Esta cita procede del Indesan, un informe sobre desigualdades en salud en la comunidad autónoma, elaborado por un panel de expertos bajo los auspicios de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía. Andalucía experimenta un retraso de seis años en la mejora de la esperanza de vida de sus ciudadanos. Suele explicarse este desfase, con todo lo que supone, apelando al retraso social y económico del que se parte históricamente. Y cabe equilibrar esta apreciación señalando, también, que ya han pasado más de dos décadas desde que Andalucía puede dotarse de herramientas para resolver la situación. El documento contiene varias recomendaciones, algunas centradas en la acción política, como la creación de una comisión en el Parlamento de la comunidad autónoma para el seguimiento de las desigualdades en salud, que emita un informe cada dos años.
Ilustración: Medprof
Redacción synaptica. Cinco meses después de que la Ley de Farmacia de Andalucía lo anunciara, no se han dado pasos visibles para la creación de la Comisión Autonómica para el Uso Racional de los Medicamentos. Esta Comisión tendrá, entre otras, las funciones de evaluar la utilidad terapéutica comparada de los fármacos y establecer criterios de armonización en el uso racional de los mismos. La Comisión ya aparecía en la elaboración del anteproyecto, de enero de 2006, y la administración lo consideraba una acción pionera en España. De momento, la Junta aun no ha logrado dotar de rango legal dichas políticas de uso racional. Los otros dos órganos de asesoramiento que estableció la ley son el Centro Andaluz de Farmacovigilancia, situado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla; y el Centro Andaluz de Documentación e Información sobre Medicamentos (Cadime). El Cadime, aunque abandonó la publicación de monografías en 2006, justo hoy acaba de editar, tras varios meses, su nuevo boletín terapéutico.
Fotografía: Flickr, by worak
Redacción Synaptica. A través de su editorial, ‘Cuestionando la integridad de la Ciencia Médica’, y de dos trabajos científicos, la revista expone cómo la compañía Merck & Co Inc ha manipulado decenas de publicaciones para promover uno de sus productos: rofecoxib (Vioxx). El primero de los trabajos, de Joseph S. Ross y colaboradores, afirma que muchos de los artículos y revisiones relacionados con rofecoxib fueron redactados por autores que habían sido empleados por la industria; y en muchos casos atribuyeron la firma principal a investigadores que habían tenido poco contacto directo con los trabajos. Muchos no habían revelado el apoyo financiero que habían recibido del laboratorio. En segundo lugar, el artículo de Psaty y Kronmal muestra cómo Merck pudo haber falseado la relación riesgo-beneficio en ensayos clínicos destinados a probar la eficacia de rofecoxib en pacientes con Alzheimer o demencia. Además, Ross alega que en ese ensayo el análisis de datos concluyó antes de que los autores se implicaran y firmaran las conclusiones; Según JAMA "esto quizás no sorprenda, habida cuenta de que 8 de los 11 autores mencionados en el estudio son empleados de Merck".
El artículo también subraya el escaso rigor de algunos editores. Los datos, la manipulación y sus implicados se han hecho públicos a causa del contencioso legal que tiene la compañía a cuenta de este producto, hoy retirado del mercado por su riesgo de eventos cardiovasculares.
La agencia Reuters, recogía hoy declaraciones de unos de los investigadores puestos en entredicho: Stephen Ferris, del Centro de Alzheimer de la Universidad de Nueva York. Él fue el segundo firmante de uno de los ensayos publicado en Neuropsychopharmacology en marzo de 2005. Ferris, que no es médico, explica que tanto él como el doctor Leon Thal, investigador de la Universidad de California, no llegaron jamás a cobrar; si bien su tarea se limitó a chequear periódicamente datos clínicos de los pacientes recibidos por mail. Según Ferris, su compañero sugirió a Merck la idea del ensayo sobre rofecoxib y alzheimer. Su colaboración con Thal, fallecido en un accidente de aviación en 2007, consistió en revisar el primer borrador del trabajo redactado previamente por un investigador de Merck.
La compañía ha emitido una nota de prensa en la que rechaza todas las afirmaciones y lamenta que "las declaraciones falsas y engañosas utilizadas por los abogados en el juicio contra MercK hayan llegado hasta una revista médica", en palabras de Peter S. Kim, presidente de Merck Research Laboratories.
Fotografía: Flickr / Manu Contreras.
Redacción Synaptica. El artículo 19 del nuevo Estatuto de Autonomía para Andalucía dice que "las personas mayores tienen derecho a acceder a una atención gerontológica adecuada". Asimismo, el artículo 22.2.k dice que "los pacientes y usuarios del sistema andaluz de salud tendrán derecho a recibir asistencia geriátrica especializada". Sorteando la obviedad de la existencia anecdótica de algunos especialistas en geriatría en los hospitales públicos andaluces, en la cartera de servicios de asistencia especializada del SAS no hay ninguna referencia a esta disciplina. La Consejería de Salud responde cuando se le plantea esta cuestión que sólo una minoría de los hospitales españoles tiene servicio de Geriatría y que los mayores andaluces están muy bien atendidos por internistas, médicos de familia y personal de enfermería. Sin embargo, dejando aparte la opinión que sobre este asunto pueda tener la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, el mismo Estatuto de Autonomía dice en su Capítulo IV, de Garantías, que los ciudadanos podrán reclamar ante los jueces el cumplimiento de los derechos recogidos en el Estatuto. No es descartable que haya ciudadanos andaluces, especialmente entre los mayores de 65 años, que entiendan que se están lesionando sus derechos.
Fotografía: AZPrensa.com
2008-04-11. Redacción synaptica. Muchas revistas científicas acogen o crean blogs. Esta semana, bajo el título ‘no confíes en nada’, el blog oficial de Nature Medicine llama la atención sobre tres ensayos publicados recientemente en revistas de impacto. Primero, el New England Journal of Medicine explicaba que el uso de un inhibidor de la absorción del colesterol en combinación con estatinas reduce el colesterol LDL por debajo de lo que cada uno consigue inedpendientemente; pero por desgracia no existe un efecto similar sobre la progresión de la aterosclerosis. Luego, JAMA auguraba hace escasos días que rimonabant tampoco tiene efecto en la progresión de la aterosclerosis, si bien los autores advierten que se necesitan más estudios antes de confirmar con seguridad si es así. Por último, recuerdan un estudio publicado en PLoS Medicine según el cual las personas con Alzheimer se encuentran mejor sin neurolépticos para el tratamiento de sus síntomas psiquiátricos. Estos fármacos no parecen tener importantes efectos beneficiosos y sí algunos adversos. "Cada vez que nos fijamos de cerca en el potencial de un fármaco, descubrimos algo que nos desaconseja su uso", afirman, alegando que se estudia demasiado para qué no sirve un medicamento. Por último, en Nature Medicine se preguntan con sorna: "¿Quién se inventa los nombres de estos ensayos clínicos: Enhance (aumentar) y Stradivarius? Ustedes deben estar bromeando, ¡si sólo sus resultados fueron tan edificantes como sus nombres…!".
Parece que los blogs de las publicaciones pueden recoger opiniones que, de otra forma o en ese tono, jamás incluirían en un editorial.
Fotografía: Juan Carlos López, editor de Nature Medicine.
2008-04-01. Redacción Synaptica. La presencia andaluza en el portfolio de resultados de los proyectos relacionados con e-health del, ya concluido, sexto programa marco de I+D de la Unión Europea, ha sido discretísima. No es nula por la mención de la Universidad de Málaga como partner de uno de los proyectos, Advancing Clinico-Genomic Clinical Trials on Cancer (ACGT), en una firma compartida con la Universidad Politécnica de Madrid. El análisis de este resumen de resultados, publicado por la dirección general de Sociedad de la Información de la Unión Europea, ha pasado desapercibido en una región que ha dado muestras de su empeño logístico y financiero en el desarrollo de Diraya, herramienta de historia clínica digital y receta electrónica. Otras comunidades, especialmente Madrid, Barcelona y País Vasco han gozado de mayor protagonismo en estos equipos de trabajo a través de tres hospitales (Clínic de Barcelona, San Carlos de Madrid, y los hospitales Donostia y de Cruces del País Vasco), numerosas fundaciones (especialmente la Fundación Institut de Recerca del`Hospital Universitari Vall D´Hebron, las fundaciones privadas Institut de Recerca de la Sida CAIXA e Institut D´investigacio Biomédica de Girona Doctor Josep Trueta) y varias universidades (brillo destacado de la Politécnica de Madrid). Existen 11 proyectos del total que cuentan con alguna firma española entre sus promotores. Quizás la I+D andaluza pueda mejorar su participación comunitaria en e-Health con la nueva convocatoria correspondiente al séptimo programa marco. El último proyecto anunciado abordará redes de farmacovogilancia y tampoco contará con ningún ingrediente andaluz. Paralelamente se acaba de anunciar la apertura del plazo de convocatorias para el Programa de apoyo a políticas de Tecnologías de la Información (ICT Policy Support Programme).
Fotografía © fepi.org
2008-03-31. Redacción Synaptica. En EEUU, los médicos tienen un nombre para los pacientes ‘hiperinformados’ mediante la consulta de webpages de calidad no contrastada y que, en cualquier caso, valoran más su propio criterio que el de los facultativos a la hora del diagnóstico y el tratamiento: son los googlers, denominados así por el recurso continuado a los motores de búsqueda de internet. Pero el movimiento de pacientes ha dado un paso más en sus conquistas de visibilidad presencial en la web. La iniciativa PatientsLikeMe, puesta en marcha en 2004 por tres ingenieros del MIT, no tiene nada que ver con las obsesiones de los ‘googlers’. Esta herramienta permite que pacientes de varias patologías, como la ELA, el párkinson o el VIH-sida, compartan no sólo sus experiencias personales como cualquier grupo de autoayuda al uso, sino, también, informaciones concretas sobre su propio caso: dosis de medicación, efectos secundarios, evolución de la enfermedad… Con gráficos y perfiles de evolución estandarizados. Obviamente, esos datos son de por sí muy valiosos. Tanto, que su cesión voluntaria para uso de forma anónima por parte de instituciones y compañías farmacéuticas, es la fuente de financiación del website y de la estructura de profesionales que está detrás. Ya hay unos 7.000 pacientes registrados; de diversos países del mundo (19, a fecha de hoy, son españoles), pero fundamentalmente estadounidenses. La web de PatientsLikeMe es de libre acceso y el registro, formalizado mediante un agreement, es abierto.
Fotografía: ThJuland, paciente registrado en PatientsLikeMe.