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Información sanitaria e innovación social

Busque, compare y, si encuentra uno mejor, vaya a su consulta

Redacción Synaptica. Los organigramas basados en el poder no generan conocimiento; los basados en el hecho moral del prestigio, sí. Una organización que no respeta a sus integrantes no aprende; y un organismo que no aprende, se muere. Es la tesis número 15 de nuestra adaptación Cluetrain. Se intuye que uno de los puntos fuertes de esta nueva era de las relaciones entre la sociedad y las instituciones aporta un aumento de la transparencia. En Estados Unidos, la evaluación de los profesionales sanitarios por parte de la gente, así en general, ya no es una cuestión baladí. Hay algunos sitios que se han convertido en referencia a la hora de elegir un médico o un hospital. Healthgrades.com se autodefine como la reina de la fiesta amparándose en un análisis de tráfico web realizado por Compete, una empresa de TNS Media. Ofrece informes de calidad y puntuaciones de cada médico, hospital y hogares de ancianos. Los perfiles incluyen la formación médica de cada galeno, título, especialidad, años de la práctica, las medidas disciplinarias que se le hayan aplicado, afiliaciones con hospitales y seguros, o incluso negligencias. Esta nueva naturaleza en la selección de servicios ya empieza a estar apoyada por las instituciones. El Gobierno de Estados Unidos ha creado Hospital Compare, una herramienta para encontrar y comparar centros sanitarios. Otro de los ejemplos líderes es My health compare, recurso online gratuito con tan solo un año de vida que recoge datos suministrados por Hospital Compare y otros aportados voluntariamente por cerca de 4.400 hospitales. Aquí existe el blog Qué médico. No ofrece análisis o evaluación, es simplemente un foro en el que volcar impresiones o un repositorio de opiniones anónimas o firmadas.  Es cierto que no todas las webs miden y clasifican igual. Ya lo dijo la gente de Harvard en JAMA hace unos meses: la relación de estas métricas es variable, y distintas webs proporcionan clasificaciones sustancialmente diferentes. Quizás e ahí una de las claves del asunto. Esto no es la gala de los oscars o el ranking mundial de hospitales. Es la gente, pacientes, opinando a través de Internet. En España son aun una anécdota, pero es cuestión de tiempo. No se asusten. Tenemos derecho a elegir médico y hospital, pero ¿bajo qué criterio? 

Si ventisquea en Cáceres es porque hay tormenta en Wall Street

cc atribución, misma licencia Galería Flickr de luxamart.

Redacción Synaptica. El mercado mundial de medicamentos crecerá 300.000 millones de dólares en los próximos cinco años. El monto total en 2014 superará el billón de dólares. Eso no es dinero: eso es una barbaridad. Palabra de IMS. Así se detalla en el último informe pronóstico de esta empresa de análisis económico del sector, considerada el gold standard de la fiabilidad por su dilatada experiencia y a falta de otras fuentes accesibles de contraste que resistan la comparación de sus datos en los mismos términos.

Ya se dijo por aquí que no todo el mundo se moja cuando llueve. Ahora, el informe de IMS aporta algunas claves que explican por qué eso es así. Las ventas mundiales de medicamentos crecieron un 4.8% en 2008 y un 7% en 2009. El crecimiento esperado para 2010 oscila entre un 4% y un 6%. Según explica Murray Aitken, vicepresidente de IMS en una nota de prensa de la compañía, "la demanda de medicamentos se mantiene robusta, a pesar de los persistentes efectos de la recesión económica en muchas zonas del mundo". Y aquí empieza a destilar sabiduría el gran Murray: "En los mercados desarrollados con planes de asistencia sanitaria financiados con fondos públicos, la presión de los pagadores para frenar el crecimiento del gasto en medicamentos se intensificará, pero será más que compensada con la continua expansión rápida de la demanda en los mercados farmacéuticos emergentes. Se prevé que el crecimiento en los próximos cinco años será fuerte, a pesar de que la industria afronta los años clave de expiración de patentes de medicamentos innovadores introducidos en el mercado hace diez o quince años y la subsecuente aparición de alternativas de genéricos de menor coste". Aunque no van a ser días de vino y rosas. Para nadie. Tampoco para los sistemas sanitarios con prestación farmacéutica pública.

El informe de IMS aporta cinco claves valiosas para quien quiera saber un poco más del complicado rompecabezas de la industria farmacéutica y su entorno económico y social. Que lo configuramos entre todos: a fin de cuentas, si ventisquea en Cáceres, un suponer, es porque se ha formado una tormenta en Wall Street, pongamos por caso.

Primera reflexión: la traslación del centro de gravedad del cotarro hacia los pharmerging markets (ah, el encanto de los palabros). La tasa de crecimiento de el mercado farmacéutico de las regiones de Asia-África-Australia y América Latina está doblando ya a la de los tradicionales mercados de países desarrollados y esa distancia va a ser mayor en los próximos años.

Segunda reflexión: la irrupción de los genéricos y su consolidación como referencia en determinadas patologías crónicas será compensada por la industria innovadora centrando su I+D en patologías con gran demanda de soluciones clínicas, altos costes asociados a la enfermedad y con posibilidades de nuevos enfoques terapéuticos. El informe hace referencia a las áreas de oncología, diabetes, esclerosis múltiple y VIH. De esta manera, cuando las innovaciones terapéuticas que aparezcan en estos ámbitos lleguen a los pacientes, habrá que financiarlas: esos recursos saldrán de los ahorros vinculados a la utilización de genéricos en otras áreas.

Tercera reflexión: llega la moda de los recortes. Los sistemas sanitarios financiados con fondos públicos están abocados, por la crisis económica, a reducir el crecimiento del gasto farmacéutico. El informe de IMS cita a Turquía, España, Alemania y Francia como países donde se han puesto en marcha diferentes medidas en esa dirección, de carácter más o menos impopular. No van a ser los únicos.

Cuarta reflexión: la hora de la verdad de los genéricos y la innovación. En los próximos cinco años, productos que suman en ventas más de 142.000 millones de dólares entran en el mercado de los genéricos del mundo desarrollado. Una pasta, sí señor. El impacto en pasar de marca innovadora a genérico al tratar a los pacientes en las áreas de control del colesterol, antipsicóticos y antiulcerosos se valora entre 80.000 y 100.000 millones de dólares en todo el mundo hasta 2014. Este impacto será especialmente duro para las compañías que operan en EEUU, donde dos tercios de las patentes, medidos en valor de mercado, expirarán en ese momento: el periodo clave será 2011-2012, cuando seis de los diez productos con mayores ventas quedarán a la intemperie del mercado de los genéricos.

Quinta reflexión: las autoridades financiadoras mirarán con lupa las innovaciones. Se va a mantener el ritmo anual de lanzamiento al mercado de entre 30 y 35 nuevas moléculas. Pero habrá más rigor y evaluaciones más complejas por parte de los gobiernos antes de aprobar un nuevo medicamento y asumir su reembolso. A eso habrá que añadir la capilarización administrativa de los controles en el ámbito regional y local en determinados países, como España, China, Canadá e Italia, lo que, según valora IMS, puede contribuir a retrasar la llegada de determinados medicamentos a los pacientes y a que los gobiernos modulen así los desembolsos iniciales.

Para Murray Aitken, se abre un tiempo de "esperanza" en la recuperación económica mundial que despeje las "incertidumbres" del mercado farmacéutico, en el que habrá que seguir el impacto de las reformas abordadas en algunos países (Obama, yeah) y en el que, mirando un poco más lejos, allá por 2020, los productos biofarmacéuticos tendrán mucho que decir.

En fin, son pronósticos. Pronósticos de gente que sabe, como IMS. Ahí va su nota de prensa comentando la cuestión.

 

El secreto de la pulsera amarilla

cc, atribución, sin obra derivada Galería Flickr de _joshuaBENTLEY.

Redacción Synaptica. Hace algunos años, cuando todavía sesteábamos al comienzo de cada verano delante de la tele viendo el Tour después de comer, había bofetadas para conseguir una de esas pulseras amarillas tan chulas con el mensaje LIVESTRONG rehundido. Aquello hablaba de tesón, de lucha, de deporte, de victoria sobre el cáncer y de alineamiento con lo mejor del ser humano. Era cool llevar la pulsera amarilla de Lance Armstrong tan difícil de conseguir, al menos en provincias. Alguna llegó entonces a quienes hacían información sanitaria en un puñado de redacciones de periódicos locales, como parte de alguna campaña, probablemente relacionada con la industria farmacéutica, alguna sociedad científica o las dos cosas. Hubo que pedir más pulseras: los muchachos de las secciones de Deportes se las quitaban de las manos a los redactores de Sociedad, encargados habitualmente de los temas divulgativos sanitarios. Aquello tuvo éxito: hasta ayudaba a ligar. Todavía se ven pulseras amarillas por ahí, incluso colgadas en las botellas de los estantes de algún antro tabernario de estilo irlandés.

Ahora hemos vuelto a saber de LIVESTRONG gracias a Casey Hibbard, que se escribe un gran post en el Social Media Examiner. Entre otras cosas, Casey cuenta cómo la iniciativa de Lance Armstrong y su pulsera amarilla se han convertido en un gigante recaudatorio del panorama non profit estadounidense y, últimamente, en un ejemplo palmario del poder de convocatoria de las redes sociales en Internet cuando el asunto gira en torno a la salud. Es verdad que detrás de la iniciativa está un icono deportivo internacional, pero también lo es que no basta dejarse hacer fotos en actividades benéficas para recaudar 10,8 millones de dólares en donaciones en 2009.

Lance Armstrong suma casi 2,5 millones de followers en Twitter y sólo sigue a 181 twitteros. LIVESTRONG tiene más de 800.000 fans en Facebook. Eso entra dentro de la lógica del star system: no es, salvo por la espectacularidad de los datos, una gran novedad. Pero que @livestrong cuente con el respaldo de 63.000 followers y que esa cuenta de Twitter sea follower de una cifra equivalente es otra cosa: ahí hay un trabajo personal. Una persona que habla y que escucha.

Lo de la pasta casi se explica solo conociendo la fuerza del entramado institucional de la sociedad civil en EEUU. Lo de la potencia de LIVESTRONG en Internet, menos. Ahí ha tenido Casey Hibbard la inteligencia de poner bajo la luz de los focos a Brooke McMillan, empleada desde hace seis años en la Lance Armstrong Foundation y desde hace uno dedicada a tiempo completo, siete días a la semana, a la comunidad online. McMillan dice que, en su experiencia, ha aprendido algunas lecciones. Una de ellas es que los medios sociales nunca duermen. Otra, que una cuenta de Twitter no es un lugar para colocar mensajes institucionales, es tener una voz personal. Y otra, que, en Internet, tan importante como hablar es escuchar.

No está mal. Nada mal. Ahí va el post completo de Casey en el Social Media Examiner. Tomamos nota.

Habrá que volver por la taberna irlandesa donde quedaron esas pulseras y pedirse una cerveza negra con espíritu contrito, a ver si esta vez alguien de la prensa se estira con alguna donación. Por favor, otra ronda a la salud del Manifiesto Cluetrain.

 

 

Eventos adversos y erosión de confianza en las organizaciones sanitarias

Entre el 8% y el 12% de los pacientes que ingresan en los hospitales europeos sufre alguna clase de evento adverso durante su estancia en los centros sanitarios. Sin embargo, si se les pregunta por esa posibilidad, como acaba de hacer una encuesta encargada por la Comisión Europea, aproximadamente el 50% de la población teme que ocurra eso en su contacto con las organizaciones sanitarias. Hay, pues, un extenso margen entre la realidad y los miedos que está diciendo a voces que ahí hay un serio problema de comunicación.

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¿Sueñan los módulos de dispensación electrónica con e-pacientes cumplidores?

cc, atribución Galería Flickr de KirkOls.

Redacción Synaptica. La tecnología permite caminar sobre los sueños, hasta extremos como los planteados en el relato de Dick, aquel en el que se preguntaba el autor si los androides sueñan con ovejas eléctricas y que inspiró a los guionistas Hampton Fancher y David Peoples y al director Ridley Scott para hacer Blade Runner. Pero alcanzar un objetivo formulado en clave tecnológica sin chequear su conexión con la vida de las personas puede despojar de sentido a una gran estrategia. La receta electrónica se ha revelado útil allí donde se ha implantado como herramienta de seguimiento del gasto en medicamentos en tiempo real, desatascadora de la burocracia en los centros de salud, orientadora de la prescripción y elemento de cohesión de los titulares de las oficinas de farmacia. Pero, ¿sirve la receta electrónica para que los pacientes mejoren? Por ahora, parece que esta pregunta se entiende como fuera de lugar: el desafío actual de los proyectos de receta electrónica es su interoperabilidad, no su relación con los resultados en salud. Pero debería serlo. O, al menos, ser tomada en consideración. Aunque sólo sea por el dineral que se está invirtiendo desde hace años en España en su concepción, desarrollo y mantenimiento.

Una modesta carta al director de la revista Atención Primaria viene a llamar la atención sobre este asunto, con mucho respeto y algunos datos directos, sacados del mundo real: en concreto, de Huércal-Overa, en Almería, donde un grupo de profesionales se ha puesto a indagar en torno a si la receta electrónica ayuda o no a la adherencia terapéutica. La población estudiada estaba integrada por un par de centenares largos de pacientes dislipémicos, más de un tercio de ellos sin estudios, la mayoría fumadores, etcétera: personas reales con vidas reales. Dos grupos: la mitad de los pacientes, con receta electrónica; la otra mitad, sin. Resultado: que la medicación se prescriba al modo tradicional o vía receta electrónica no influye en el grado de adherencia. Casi el 80% de ambos grupos es mal cumplidor; sólo el 12% se toma las medicinas si se siente bien; más del 60% se olvida de las tomas.

Este estudio observacional fue llevado a cabo por Esteban Ruiz, farmacéutico comunitario, y Eva Román, técnico de Farmacia, de Huércal-Overa; y Emilio García y Fernando Martínez, del Grupo de Investigación de Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada. Los autores contaron además con la ayuda de Ambrosio Bernal, titular de oficina de farmacia en Huércal-Overa, y de Melpopharma, empresa de servicios de apoyo a la investigación.

Dicen los autores del estudio: "Gracias a este sistema electrónico [la receta electrónica], el médico puede consultar las dispensaciones que se realizan en las farmacias comunitarias de cada una de sus prescripciones, lo que podría permitirle constatar la adherencia a los tratamientos y efectuar un seguimiento de su cumplimiento. Pero a este sistema también se hace necesario añadirle la confirmación de si el paciente, una vez que ha retirado el fármaco (independientemente del tipo de prescripción), toma la medicación".

Sin duda, la alta tecnología de la receta electrónica está cambiando muchas cosas. Algunos de sus resultados son espectaculares, casi tan increíbles como las experiencias vividas por Roy Batty, el replicante Nexus 6 de Blade Runner. "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser".

Pero, si esos logros tecnológicos pierden el sentido originario (explícito e implícito) que los hizo posibles, habrá que reconocer, como Roy, que "todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia".

 

Cultura eHealth en la Consejería de Salud de Andalucía: welcome to the jungle!

cc, atribución Galería Flickr de psd.
Redacción Synaptica. Movimiento institucional, público y corporativo de la Consejería de Salud de Andalucía hacia la eHealth; no en solitario pero sí formando parte de una iniciativa comanditaria integrada por varias instituciones y ejerciendo de anfitriona. Entre el 16 y el 18 de junio, en Sevilla, a 600 pelotes la inscripción, profesionales interesados en este ámbito podrán analizar y ponerse las pilas, de la mano de un pool de expertos, en el conocimiento de las tecnologías, conceptos y estrategias relacionados con la introducción en las organizaciones sanitarias de esta cultura.

La participación en el evento, un summer camp (el nombre tiene arte) que se desarrollará bajo el lema Future eHealth Leaders, será restringida; y no sólo por el filtro de la cuantía de la cuota de inscripción: para asegurar un mínimo de habilidades y experiencia, habrá una selección de quienes aspiren a estar en la pomada del encuentro. El perfil de candidatos, aquí.

En la preparación del evento y en sus contenidos tiene un papel clave la empresa sueca Caritea, especializada en este campo.

Ya existen en la comunidad andaluza iniciativas relacionadas con la eHealth y vinculadas a la Administración pública, como la Fundación eSalud, los proyectos relacionados con Internet de la Easp o algunas actividades de Iavante, que hace de driver local del evento. Ya hay amplia experiencia sobre lo que supone el uso de las TIC en sanidad. En 2006, una ciudad andaluza, Málaga, acogió la eHealth Week. Pero el encuentro de Sevilla es otra cosa. Más bien, puede ser otra cosa. El primer posicionamiento institucional de la Administración sanitaria andaluza a las claras del día sobre su intención de entrar en el juego de relaciones abierto por Internet, también en el ámbito sanitario. O, al menos, de explorar las posibilidades de jugar. Un baile de debutantes que puede tener mucho de paso del Rubicón.

De ese summer camp saldrán ideas y proyectos. Que luego tendrán que pasar la prueba de fuego de la vida real: su capacidad para crear comunidad. Y eso sólo se consigue hablando con una voz humana y aprendiendo a escuchar. Con o sin gurús.

¡Bienvenid@s a la jungla! ¡Bienvenid@s a Internet!

Tod@s dicen I love You

cc, atribución Galería Flickr de Carolyn Coles.

Redacción Synaptica. Ir de hoolingan anti-industria ya no es cool. Los 180 millones del Programa+i de Farmaindustria de cooperación con las comunidades autónomas españolas han actuado como bálsamo de efectos taumatúrgicos sorprendentes. Conforme se han ido presentando los diferentes convenios a los medios de comunicación, los responsables políticos de las comunidades, de variado signo político y diverso grado de compromiso con el sistema sanitario público, se han apresurado a agradecer la "sensibilidad de Farmaindustria", han resaltado "lo fácil que es ponerse de acuerdo" con este sector y han destacado "el placer de compartir estos meses de diálogo", en alusión a las negociaciones previas al acuerdo con los representantes de las compañías farmacéuticas. No es para menos, teniendo en cuenta los agobios de las cuentas públicas y que Farmaindustria ha dejado a cada gobierno regional la opción de identificar los proyectos a financiar.

Probablemente con la sana intención de que a nadie se le olvide qué ha dicho cada cual en público al respecto, el mismo Programa+i ha abierto una videoteca en Vimeo que es una auténtica joya. Desde ahí se puede acceder a las declaraciones de presidentes autonómicos, consejer@s sanitarios y diversos responsables asistenciales, junto a las de los portavoces de Farmaindustria, sobre los diversos acuerdos con cada comunidad. Un gran ejemplo de cómo los seres humanos son dueños de sus silencios y esclavos de sus palabras.

A fecha de hoy, faltan por rubricar sus respectivos acuerdos las comunidades de Galicia, Castilla-La Mancha, Aragón, Asturias y Cantabria. Las primeras en hacerlo fueron, el 23 de diciembre de 2009, Navarra, La Rioja y el País Vasco. Siguieron Canarias, Baleares y Valencia (21 de enero de 2010). Después, el 5 de febrero, Madrid, Murcia y Andalucía. El 23 de febrero firmó Cataluña. El 24, Extremadura y Castilla y León.

La web del programa de cooperación contiene un interesantísimo enlace al pdf de un informe sobre sus características y desarrollo. En él se detalla, entre otros asuntos, la fórmula de reparto de las aportaciones de cada compañía al fondo de 2009: serán proporcionales a las ventas de medicamentos sometidos a intervención de precios y con PVL superior a dos euros. Ningún asociado de Farmaindustria aportará más del 0,5% de sus ventas totales de precio intervenido.

La compañía de auditoría Deloitte tendrá un papel de cierta relevancia en el desarrollo y seguimiento del programa: ha colaborado en el diseño de su modelo de gobierno y tiene el encargo de redactar el manual de procedimientos de gestión.

Además, el Programa+i tiene un grupo asesor. Está integrado por Marta Aguilera, presidenta de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria y subdirectora de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid; Manuel Carrasco, director general de Mensor Consultoría y Estrategia; Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos Sanitarios; Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología Clínica de la Clínica Universitaria de Navarra; y Joan Rodés, presidente del Instituto de Investigación Sanitaria Hospital Clínic-Idibaps y miembro del Consejo Social de Farmaindustria. 

Un plus para la información de acceso abierto

Redacción Synaptica. Google lanzó recientemente su herramienta de gestión y análisis de datos públicos: Google data explorer. En lo que respecta al ámbito sanitario, el invento ya rastrea y realiza seguimiento de enfermedades de transmisión sexual en los Estados Unidos, casos de cáncer o esperanza de vida. Los gráficos permiten pormenorizar por estados o por distintas franjas de tiempo. Para estos gráficos, se utilizan fuentes de datos de los CDC. Según el blog e-Health, de John Sharp, tecnólogo hospitalario del Northeast de Ohio, las posibilidades de estas herramientas podrían engordar gracias a otras iniciativas open access como data.gov  y ayudar a acelerar la frescura de los trabajos de investigación con datos casi en tiempo real. Otras herramientas, como el Wave o futuras aplicaciones en sintonía con las redes sociales podrán ayudar a mejorar la certeza y el buen hacer en el manejo y explotación de esos datos. Un plus para el mashupeo. Eso puede ser el principio de algo muy grande. Pasitos que pueden confirmar que el control de los mensajes por parte de las organizaciones asistenciales, corporativas y de servicios en el ecosistema biomédico o sanitario se ha terminado; aunque no debemos olvidar que Google solamente es una gran empresa.

  

Garantía de tiempos de respuesta y control social de la sanidad pública

cc atribución Galería Flickr de abusx
 
Redacción Synaptica. El sendero del gobierno abierto no ha hecho más que abrirse y va llegar, un día u otro, a las organizaciones del sistema sanitario. Los mecanismos de control social para vigilar el funcionamiento de la institución avanzan en esa dirección. Ese papel parecen haber adoptado las quejas al Defensor del Pueblo relacionadas con el derecho a la salud: del lamento por las carencias parecen haberse trasladado a la fiscalización de los mecanismos garantes de la respuesta asistencial.
El Defensor del Pueblo Andaluz acaba de publicar su informe anual correspondiente a 2009. Además de la constatación del mazazo social de la crisis, sus datos, en lo que a la asistencia sanitaria pública se refiere, permiten sacar una conclusión que puede ser indicadora de un cierto cambio cultural: las quejas se centran en la supervisión del funcionamiento de las garantías que velan por derechos concretos. En Andalucía, el tiempo máximo de espera para recibir asistencia (intervenciones quirúrgicas, pruebas diagnósticas, consultas de especialidades) en las situaciones a las que la Administración da prioridad están reguladas por decreto; con compromiso, en caso de incumplimiento, de derivación del paciente a un centro privado.
De un panorama marcado por las protestas relacionadas con demoras excesivas en la asistencia sanitaria, especialmente en lo referente a intervenciones quirúgicas, se pasa a un escenario definido no por la queja vinculada a la tardanza, sino por el control del funcionamiento correcto de los requisitos que hacen posible la garantía de plazos de respuesta. 493 quejas en 2009 relacionadas con la asistencia sanitaria. Las mismas, en número, que en los últimos años, más o menos. Pero con un perfil intencional distinto. Dice el informe del Defensor: "A medida que el conocimiento de este derecho [a recibir sistencia en un tiempo determinado] que implica el respeto de unos plazos máximos se va afianzando en los ciudadanos, las reivindicaciones han girado hacia la supervisión de los requisitos que se exigen en cada caso, cuando no hacia el cuestionamiento de las maniobras que pudieran estar empleándose para maquillar los datos oficiales que viene a ofrecer la Administración sanitaria".
Por lo demás, el Defensor apremia a la incorporación generalizada de procesos asistenciales completos, no sólo sus partes, al sistema de garantía de plazos de respuesta. Parece que la Consejería de Salud de Andalucía está en ello: hay un puñado de procesos que ya están bajo garantía de entre 30 y 60 días de respuesta máxima entre la sospecha clínica y la propuesta terapéutica, relacionados con las áreas oncológica y cardiovascular fundamentalmente. Es lo suyo. Porque, como dice esta institución dependiente del Parlamento autonómico andaluz, "la premura de la primera consulta no evita que se demoren las posteriores, conduciendo al proceso de diagnóstico a un alto nivel de complejidad burocrática, en el que los tiempos de los múltiples pasos que se precisan van sumando sucesivamente; o bien la diligencia en la realización de las pruebas diagnósticas no elude la demora que preside la cita para acceder a los resultados de las mismas".

Un poco de luz sobre el debate de la troncalidad MIR

cc, atribución, misma licencia Galería Flickr de jlmaral.

Redacción Synaptica. Por fin un poco de luz en torno a la troncalidad MIR. Quienes militamos en el frikismo de la política sanitaria pero sólo observamos el Gran Juego desde el nártex del templo, indignos de traspasar el espacio sagrado de Esculapio y demás divinidades tutelares, veníamos adoleciendo de un déficit de información importante (as usual). No sabíamos mucho sobre cómo se estaba cociendo el guiso del rediseño de la formación MIR, pieza clave del sistema sanitario español.

En el mejor de los casos, a la calle (y, nos tememos, a las aulas de las facultades de Medicina) sólo llegaba el runrún de una iniciativa que se justificaba, fundamentalmente, desde la óptica política: los gestores de los diversos servicios regionales de salud necesitaban flexibilidad para cubrir huecos en determinadas especialidades. Ahora, el gran Aitor Guitarte cuenta más, mucho más, sobre el cómo y el porqué de las cosas, perspectivas de negocio incluidas. Recomendamos vivamente la lectura de su post en Somos Medicina. Sin desperdicio.

Videa, hermano, videa

Redacción. Hay quien dice que el futuro de los congresos presenciales es incierto, y que se basará más en un foro de relaciones personales, comerciales y profesionales que en la exposición de temas. Los nuevos trabajos de investigación que te interesan, o las nuevas guías de práctica clínica están on-line, en tu mail o incluso desarrolladas y comentadas en un blog. Uno de los factores que empujarán a eso es la disponibilidad de poder ver ponencias en vivo en streaming, hacer preguntas por videconferencia o, si está grabado, elegir el momento en el que quieres sentarte a escuchar y a quién. ¿Realmente es necesario trasladarse miles de kilómetros durante varios días, ausentarse del servicio, organizar turnos y aplazar tareas, por el simple hecho de formarse? ¿O será que los viajes de congreso son algo más que formación? Se verá. De momento no solo hay que recurrir a youtube o vimeo. Los videopapers son una realidad, y las videotecas especializadas emergen, sobre todo, de habla inglesa. Quizás el ejemplo más potente sea Research Chanel, desarrollada entre varias instituciones y universidades y empresas norteamericanas para compartir videos. Está disponible para cerca de 38 millones de suscriptores vía satélite y su web es visitada por 2 millones de personas cada año. Su sección de medicina y salud tiene donde elegir. Hay portales buscadores como Ihealthtube. Amplia es por su parte la oferta de Science Daily. En algunos casos el aval de calidad viene por la implicación de profesionales clínicos en la realización de las piezas, como es el caso de The Doctor Channel o MDKiosk. Hay incluso portales especializados en entrevistas a médicos que explican, con calma, temas de salud, como Beet MedicineLive Science también es un otro ejemplo más enfocado a la divulgación que al conocimiento profesional. Aunque, quizás, la apuestas más ambiciosas en esa línea sean las de Web MD y Health Nation. Hay para seguir, pero no es plan de aburrir. Por último, como la veteranía es un grado, ahí está la sección gore de videos quirúrgicos de Medline Plus.    

Historias de mil ciudades

cc, atribución Galería Flickr de Jeka Toyota.

Redacción Synaptica. La urbanización del planeta no tiene vuelta atrás. La gran mayoría de los seres humanos habitan en ciudades y ese estilo de vida ha llegado para quedarse.

La OMS ha lanzado la campaña 1000 cities, 1000 lives, que pretende concienciar sobre la necesidad de facilitar la adopción de estilos de vida saludables en el mundo urbano. Entre el 7 y el 11 de abril, los municipios que se hayan sumado a la campaña desarrollarán actividades diversas en la calle, desde talleres de deshabituación tabáquica a discusiones sobre planificación urbanística. Se pretende, además, dar difusión a las experiencias concretas.

Por el momento, son apenas 300 las ciudades de todo el planeta que se han sumado a la iniciativa. En España, son siete, por ahora: Leganés, Benitatxell, Jaén, Lora del Río, Gerena, Sevilla y Alcalá de Guadaíra.

La simple lectura de esta corta lista y su distribución geográfica sugieren alguna que otra reflexión, ¿no?

Puede consultarse la información relativa a las ciudades participantes y sus proyectos en un interesante mapa interactivo de la web de la campaña. 

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