Alfonso Pedrosa. La Dirección General de Atención Primaria de la Consejería de Sanidad de Madrid editó en papel en 2008 tres cuadernos de trabajo para niños y niñas con VIH con edades comprendidas entre los 6 y los 11 años. Ese material educativo está pensado para las familias y personsa que cuidan de menores, los propios niños y niñas afectados y los centros educativos. Ahora, los cuadernos están disponibles en pdf en la web de la Comunidad de Madrid. De libre acceso para quien quiera descargarse el material.
Alfonso Pedrosa. El dinero para financiar los nuevos tratamientos contra la hepatitis C para los pacientes cubiertos por el Sistema Nacional de Salud no irá a cargo de la Administración central: el Ministerio de Hacienda se lo prestará a las comunidades autónomas bajo condiciones especiales y en cómodos plazos. Así, según informa el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la partida de los servicios regionales de salud para pagar el tratamiento de unas 52.000 personas saldrá incialmente del Ministerio de Hacienda con cargo al FLA y al Fondo de Facilidad Financiera; ese dinero deberán devolverlo en 10 años las comunidades autónomas al 0% de interés.
La consejera de Igualdad, salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, ha expresado sus críticas a esta iniciativa del Gobierno de Rajoy, a la salida de la reunión mantenida con el ministro Alonso junto con los representantes de las comunidades autónomas. Para la titular andaluza de Salud, el Ministerio de Sanidad no propone un fondo específico para financiar los nuevos tratamientos, "sino algunas facilidades financieras que permitirán pago en diferido y no computar en el déficit de las administraciones autonómicas pero que supondrían, en cualquier caso, un compromiso de deuda por parte de la comunidad autónoma".
En esta nueva versión del ‘yo invito y tú pagas’ que es, a trazos gruesos, la base de la política farmacéutica española en un contexto de competencias transferidas, el centro de gravedad de la decisión se traslada a los departamentos reguladores de los flujos financieros en las comunidades autónomas: las consejerías de Hacienda. La viabilidad de la financiación de los tratamientos será pues, en origen, una decisión de política sanitaria sustentada en el criterio clínico (hasta qué punto y en qué medida la prescripción de los médicos del sistema público se va a alinear con determinados límites de gasto); y en su tramo final, la liberación de los pagos, en esa viabilidad será decisivo el criterio de los responsables de la Hacienda autónomica.
Un veinteañero llora porque odia su trabajo en el taller y requiere del certificado que lo excuse unos días. Sueña con trabajar en el bar de copas de su compadre.
Un agricultor aúlla la inmovilidad de su dolor debajo de un olivo que desvareta.
Una mujer de 43 años que cuida de su madre fantasea entre la alergia y el insomnio un amor furtivo mientras atiende en la caja del supermercado.
Una familia de rumanos que vive en una finca: la mujer ya no recuerda cuándo dejó de querer tocarla su marido.
El panadero ya no puede subir las escaleras del soberado donde guarda el telescopio: se ahoga.
Un vecino pide ayuda para su esposa: tiene una hemorragia «en sus partes».
Al de la ferretería acaban de decirle que internet dice que dicen algunos estudios que lo que la televisión dice sobre la pasiflora no tiene por qué ser del todo cierto.
Ampliar «Salud y Comunidad Rural – la salud que viene se decide en el pueblo»
Alfonso Pedrosa. Bien, al fin solos. Ha triunfado la visión de los alquimistas para la reorientación de los rumbos posibles del Sistema Nacional de Salud en España. Hora de recoger los escombros y ver qué podemos hacer. Sin acritud pero sin amnesia. Lo que sea que hagamos lo haremos la gente. Sin ayudas. A pulmón. Nos han dejado solos quienes no han visto un pobre en su vida, quienes entienden lo público como una agencia de empleo y quienes creen que la gobernanza de los sistemas regionales de salud es poco más que una tubería secundaria desde la que canalizar recursos financieros para otras partidas de las cuentas autonómicas.
Estamos solos y eso significa que haremos lo que hemos hecho siempre: buscarnos la vida. Por eso hay quien monta una cooperativa para autogestionar su propio centro de salud, gente de pueblos aislados que costean a escote un servicio de ambulancia, señoras que venden pasteles para financiar cursos de formación en autocuidado de la salud o pacientes que bloquean calles y se encierran en hospitales porque consideran criminal que si hay un medicamento que salva vidas, no se le esté dando a quienes lo necesitan.
Todas estas realidades que nos estallan en la cara son una versión Disney de la rutina diaria en otros lugares, donde nunca hubo buenos tiempos. Es lógico nuestro estupor. Al fin y al cabo, fuimos Roma; pero no merece la pena llorar por ello. Ahora, nos toca escarbar en la memoria para aprender a despertar y a vivir de otra manera. Desde Estados Unidos, la Unión Europea se veía hasta ayer como Euroland, el paraíso de la regulación. Mientras se termina de negociar el acuerdo bilateral que acabará con esa percepción, llegan noticias desde el otro lado del Atlántico animándonos a aprender las nuevas reglas de juego: tu cobertura sanitaria te va a salir más cara mientras te sigas quedando quieto. Hay que moverse. Somos la gente. Y estamos solos. La verja del Palacio de Invierno ha caído. Entre la calle y el poder sólo queda la interfaz de lo salvaje. Nuestro territorio natural.
Alfonso Pedrosa. Debemos a la mitología de Matrix una de las mejores formulaciones postmodernas de una elección esencial: convencerse de que todo fue un sueño (eso que llaman resetearse cada mañana) y a otra cosa o asumir la mochila de lo vivido e intentar organizar un relato coherente con ese material. Pastilla azul y despertarás en tu cama creyendo lo que quieras creerte o pastilla roja y adentrarte en la búsqueda de la madriguera de conejos.
Buena parte de la actual descomposición del sistema político-institucional tiene que ver con esa elección. El Gran Hombre, la Mujer Poderosa, necesitan reelaborar su pasado cada día para seguir sintiéndose relevantes y hurtar así el perfil a la erosión de las contradicciones humanas. Pero sólo hay vacío cuando se miran al espejo.
Hemos llegado a una disyuntiva terrible: la gente o el plató de televisión. Lo viste venir, Debord, y no entendimos tu aviso.
Alfonso Pedrosa. He sabido de este documental por el blog de @juantorreslopez . (Los comentarios al post, sin desperdido).
‘Los que se quedan’ from GabrielPecot on Vimeo.