María del Mar de las Heras.- El segundo debate organizado por la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) para hablar de las propuestas en materia de sanidad de los principales partidos políticos ha contado esta vez con la participación del Partido Popular, ausente la semana pasada en el acto protagonizado por los candidatos a presidente de la Comunidad de Madrid. Las miradas se han concentrado hoy en el portavoz de Sanidad del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, Eduardo Raboso, que ha intentado recoger el testigo conciliador de Ángel Gabilondo y ha hecho un llamamiento a la unidad al comienzo de su intervención: "Todos apostamos por una sanidad pública de calidad, la diferencia está en los matices". Y, a juzgar por las intervenciones de los representantes en materia de salud del resto de partidos políticos (Partido Socialista, Izquierda Unida, UPYD, Podemos y Ciudadanos), estaba en lo cierto.
Sin embargo, estos "matices" suponen en la práctica una forma de entender la sanidad pública de forma totalmente opuesta. Todos los participantes en el acto han coincidido en la ruta a seguir para lograr un modelo sanitario público, universal y eficiente, un aspecto que ha sorprendido a los asistentes que esperaban más confrontación por la participación, esta vez sí, del partido del Gobierno. La clave estaba en la definición que hacía cada uno de ellos de este concepto. Las diferentes visiones sobre cada una de estas palabras provocaba diferencias tan abismales como la cobertura o no a inmigrantes no regulares en España o la vuelta progresiva o no al modelo de gestión pública, recuperando los servicios externalizados.
Hacia una gestión eficiente
La gestión de los servicios públicos ha ocupado la mayor parte del segundo debate organizado por AMYTS. El actual director médico del Hospital Ramón y Cajal, Daniel Álvarez, que fue anunciado por Ignacio Aguado como posible consejero de Sanidad si su formación gana las elecciones regionales, ha rechazado la extensión de "los modelos privatizadores" y ha defendido el fomento de la participación de la Atención Primaria para poder solucionar uno de los problemas más importantes: "el abordaje de la cronicidad".
Por su parte, el portavoz sanitario de UPYD, Enrique Normand, ha asentado las bases de su programa en la despolitización de los altos puestos de administración sanitaria: "La politización es un lastre". Esta propuesta ha sido muy criticada por Raboso y curiosamente por el representante de Izquierda Unida, José Andrés Llamas, que han coincidido en defender la política como elemento básico en la toma de decisiones. En este sentido, el portavoz sanitario en la Asamblea de Madrid, José Manuel Freire, ha hecho hincapié en la necesidad de unificar los modelos y ha propuesto crear una unidad antifraude para analizar la gestión de estos políticos.
Sanidad para todos, con "excepciones"
La temperatura del debate ha subido con la discusión por la cobertura sanitaria para inmigrantes no regularizados en España, restringida con la normativa 16/2012, aprobada por el actual Gobierno. La portavoz de Podemos, Carmen San José, se ha comprometido a asegurar la asistencia a todos los extranjeros y nacionales que vivan en España, independientemente de su situación social o del tiempo que hayan pasado fuera. Para el representante de Ciudadanos, obligado a responder tras ser preguntado hasta en tres ocasiones, el sistema sanitario debe ser universal para todos los españoles e inmigrantes, pero con una excepción: "Solo a los que estén en situación regular". Los que queden fuera de esta definición, según Álvarez, deberán ser tratados por otro sistema, que no ha definido.
Esta propuesta ha sido apoyada por Raboso, que ha aprovechado la oportunidad para criticar el efecto llamada de algunas organizaciones que promueven la sanidad "para todos": "Yo he tratado como profesional a muchos extranjeros que venían a nuestro país a operarse y eso lo pagamos todos". Una afirmación, que ha provocado la crítica de los ponentes de IU y Podemos: "Esto es una falta de respeto a los inmigrantes que viven en nuestro país".
Exclusividad para los profesionales sanitarios
Los participantes en el debate de AMYTS han defendido con insistencia la mejora de las condiciones laborales de los profesiones sanitarios. Todos se han mostrado a favor de continuar con la estatutarización en Madrid, pero con incrementos en la plantilla fija y mejoras en la carrera profesional, también para los profesionales eventuales. En este sentido, Llamas ha hecho un llamamiento al incremento en la oferta de formación y a permitir el acceso fácil a toma de decisiones por parte de los sanitarios.
El punto crítico sobre la situación de los profesionales ha surgido tras la propuesta de IU encaminada a la exclusividad laboral de los sanitarios para impedir que compatibilicen su labor en la pública con servicios en la privada: "Puede sonar brusco, pero lo contemplamos como una consecuencia de la mejora de las condiciones en la pública. La situación actual solo hace que los profesionales se conformen y no exijan sus derechos". El resto de partidos se ha limitado a proponer un control más exhaustivo para se cumplan los horarios y los servicios en la pública y el PP ha criticado con dureza las medidas en este sentido: "Ningún profesional debe permitir que una Administración decida lo que puede hacer en su tiempo libre".
Este segundo debate había creado expectativas más altas ante la presencia esta vez del Partido Popular, pero lo cierto es que las confrontaciones se han limitado a un par de puntos y ha servido, como lo hizo el primer acto, como plataforma para repetir lo que la población ha escuchado una y otra vez: "Defendemos una sanidad pública", pero con matices.