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Synaptica

Información sanitaria e innovación social

El tragafuegos

cc, atribución, misma licencia Galería Flickr de thebadastronomer.

Redacción Synaptica. El bueno de Niilo Jääskinen, abogado general de la UE, le ha echado otro cable al modelo regulado de farmacia: camarero, más champán. Ante el intento de una botica del centro de Roma (ñam, ñam, turistas a la vista over the counter) de sacudirse el yugo de la limitación de horarios y de cierres por vacaciones, el Tribunal Administrativo del Lacio tiene sus dudas sobre la armonización de la regulación prevista en la legislación regional italiana con el principio de la libre prestación de servicios y traslada el asunto a las instancias europeas como una cuestión prejudicial. El abogado general dice en sus conclusiones que no hay colisión y que las leyes italianas pueden aplicarse a este caso. Jefe, ponga a quí otra botella. Al menos, así se ha entendido en los colegios profesionales españoles, atentos a lo que se cuece en el vecindario por lo que pueda pasar. Y así ha sido trasladado en los medios de comunicación que se han hecho eco del asunto.

Pero caben otras lecturas. Sobre todo si quien quiera saber se entretiene en leer las conclusiones del abogado general Jääskinen.Quizá, entonces, sea todavía pronto para descorchar el champán. Es verdad que éste es otro episodio más del que sale airoso el modelo regulado de oficina de farmacia en general y español en particular. Transformado en un tragafuegos de circo capaz de ingerirlo todo y estar vivo para contarlo, el modelo ha superado otro mal trago; pero, ¿es capaz de digerirlo?

Una sucesión de treguas no es un tratado de paz. Una y otra vez, las instancias comunitarias están diciendo que los estados son soberanos y que la regulación se justifica por el interés general sanitario. La aplicabilidad de ambos argumentos a la farmacia tiene fecha de caducidad (o se puede volver en contra de quienes la defienden) si no se reformulan esos argumentos. Y pasa el tiempo. Un tiempo precioso y empleable en aprender a leer los movimientos subterráneos internos de la profesión y desactivar el riesgo de estallido de una rebelión de desharrapados. Desharrapados que saben que, si el marco regulatorio actual se rompe, ellos son quienes menos tienen que perder.

Dice el abogado general Jääskinen en sus conclusiones: "Aunque las farmacias son operadores económicos, no están por ello menos obligadas a prestar servicios de interés general". Bien. Sigue el bueno de Niilo: "La distribución geográfica de las farmacias, que disponen de un surtido de medicamentos equivalente y a las que puede accederse de manera regular en las horas de apertura fijadas de manera uniforme a escala regional, persigue garantizar el abastecimiento de cercanía de territorios aislados, motivo imperioso de interés general reconocido por la jurisprudencia (…). Sin embargo, la regulación de los horarios de apertura puede presentar dos tipos de inconvenientes: una farmacia bien situada podría considerarla un obstáculo si deseara ampliar los períodos de apertura de su establecimiento cuya actividad es especialmente rentable, mientras que, por el contrario, una farmacia peor situada podría considerarla como una restricción si quisiera reducir dichos períodos para limitar los costes vinculados a su funcionamiento". O sea, que si se admite la libertad para ganar dinero ampliando horarios, hay que aceptar esa misma libertad para ahorrarlo echando el cierre cuando se estime conveniente.

Guarden el champán y prepárense para el asalto a la Bastilla. Esto no va a quedar aquí.

 

María, una voz casi humana

Redacción Synaptica. No es una persona real, dispuesta a atender las imprevisibles dudas de cualquier ciudadano al contactar con el sistema sanitario, pero tampoco es Hal 9000. Se llama María y es la asistente virtual de la Consejería de Salud de Andalucía. María ya ha debutado ante los medios de comunicación pero todavía es algo tímida. Hasta que coge confianza y entonces, no se corta. En plena charla, es capaz de decir que no rula, que ya si eso hablamos más tarde. Pero otras veces, la gran mayoría, no. Otras veces, María casi llega a tener voz humana, aunque no sepa aún muchas cosas: sólo responde ante cuestiones relacionadas con petición de citas, la gripe A, las vacunas, la píldora postcoital y alguna cosa más. Pero es capaz de interactuar, de alguna manera, como en un chat.

Lo más interesante de María no es su capacidad resolutiva, sino la actitud, cautelosa, pero algo es algo, de apertura de la Administración a la interacción abierta, en directo, con los usuarios. Algún día, quizá haya que agradecerle a María el surgimiento en las organizaciones sanitarias de voces humanas de verdad. Mientras tanto, nos iremos entrenando con ella en el arte de la conversación hasta que detrás de María aparezcan las personas.

La asistente virtual de Salud es resultado del trabajo en sistemas de diálogo inteligente de la empresa Indisys, que ha dado origen a otros interlocutores cibernéticos, como Laura, que informa sobre el Portal de la Cámara de Comercio de Sevilla.

Mujeres punteras

Redacción Synaptica. Un descubrimiento ejemplar para el Día de la Mujer, que se celebró el pasado lunes pero para nosotros es hoy, o mañana, o cualquier día. Son un grupo de profesionales relacionadas con el ámbito de la salud, concretamente 60, que sostienen una web: Disruptive Women in Health Care. Olvídense de los foros de salud femenina y los estereotipos que marcan los blogs sobre cuidado íntimo, sexualidad, ginecología o el Superpop de las premamás con imágenes tiernas de gatitos y bebés. Aquí hay todo un think tank fememino. Su propósito es servir de plataforma para provocar ideas, reflexiones y soluciones en la esfera sanitarIa. Entre ellas hay médicos, gestoras, profesionales de la industria, ministras de sanidad, investigadoras, enfermeras, periodistas, estudiantes, activistas del ramo, presidentas de sociedades científicas, relaciones públicas… Sus perfiles lo explican bien. No acaban de llegar, saben de lo que hablan y están metidas hasta las trancas en esta nueva realidad, como lo demuestra una de las fundadoras, Robin Strongin, en el texto La reforma sanitaria en 140 caracteres: un artículo para MD&DI sobre la irrupción de las redes sociales y los nuevos medios en la sanidad, la política, el consumo y la vida en general. Disruptive Womens (traducimos como mujeres revoltosas, agitadoras, provocadoras) tiene un año y medio de vida y ha conseguido aglutinar y poner sobre la mesa muchos de los temas que están marcando, o deberían, el debate de la reforma sanitaria en Estados Unidos, (incluso cómo explicársela a los europeos). Entre sus post recientes también hay reflexiones que abanderen una nueva investigación comparativa honesta que permita utilizar mejor los tratamientos y así facilitar el acceso a los mismos. Son solo unas pinceladas. Sumen a su pestaña de favoritos. O favoritas. Y entonen su grito de guerra:

No vamos a dirigir el cambio
No vamos a ver prosperar el caos
No estamos esperando que lleguen las curas

Estamos impulsando el cambio
Estamos creando el caos
Estamos descubrimiento curas

Estamos perturbando el statu quo
de la atención sanitaria

 

 

No es un mal año para ver llover

Redacción Synaptica. El títular es metafórico y evoca una canción de Los Ronaldos. Perdón a los afectados por temporales e inundaciones. Durante el mes de febrero muchas compañías farmacéuticas han ido lanzando sus habituales informes y notas de prensa sobre resultados económicos del último trimestre de 2009 y su balance anual. Un año complejo, en el que la gente se aprieta el cinturón y bla, bla, bla. Qué les vamos a contar que ustedes no sepan. A pesar de todo, las compañías han sabido reaccionar y han salvado, en algunos casos con mucho, las cifras. En el sector ha sido un año marcado por fusiones: Merck & Co con Schering Plough, Pfizer se queda con Wyeth, Abbott con Solvay y Roche con Genentech. Los optimistas resultados de Astra Zeneca no cuadran con algunas de sus nuevos objetivos: ahorrar mil millones anuales en costes de personal, según contaba Correo Farmacéutico. Sanofi-Aventis obtuvo un beneficio de 8.471 millones en 2009, un 17,9% más. Su facturación creció un 6,3%, hasta 29.306 millones de euros. GSK mejoró hasta un 30% sus cifras en la segunda mitad del año, gracias a la venta de antivirales. A pesar de ello, la compañía no ha variado su plan anunciado a principios de 2009 de recortar en 6.000 empleos su plantilla. Los análisis bursátiles dicen que Pfizer registró una ganancia de 767 millones de dólares en el cuarto trimestre del 2009, más del doble de los 266 millones registrados en el mismo trimestre del 2008. Los ingresos aumentaron un 34% a 16.540 millones de dólares tras la adquisición en octubre de Wyeth. Entre las empresa cercanas, también hay cifras record: Almirall registró sólidos resultados financieros en un entorno complejo. Sus ventas netas aumentaron un 2,5%, lideradas por las ventas internacionales (5,6%). Por su parte Rovi, comunicó que "los ingresos operativos aumentaron un 11% hasta 141,8 millones de euros en 2009, como resultado de la fortaleza del negocio de especialidades farmacéuticas, que creció un 22%, compensando la debilidad de las líneas vinculadas al consumo y del área de fabricación a terceros". Casi todos han hecho más caja. No todos. Bayer, vio mermar su facturación en un 5,3%; a pesar de ello, ha sido uno de sus ejercicios más fuertes en términos operativos, dicen. Por último, las cifras del sector español de la distribución también sonrien. Cofares facturó un 8,7% más. En resumen, un año de bienes a pesar de la que está cayendo fuera.

Videoteca basada en la evidencia

Redacción Synaptica. La Escuela Andaluza de Salud Pública, con ayuda del Instituto de Salud Carlos III, lleva un par de meses publicando videos desde un nuevo portal: Medicina Basada en la Evidencia 2.0. El site aporta videos con presentaciones en power point integradas, es de uso público bajo bandera Creative Commons y las piezas están realizadas por profesionales interesados en Medicina Basada en la Evidencia (MBE). Algunos de ellos son plantilla docente de la propia escuela como Pablo Simón o José Francisco García Gutiérrez, éste último uno de los impulsores de la idea. Otros son profesionales invitados, como Rafa Bravo, que ya tienen popularidad en la blogosfera. Como recogía El Gerente de Mediado, de Sergio Minué, la idea parte de otras iniciativas similares, enmarcadas en los primeros pasos dospuntocéricos de las grandes revistas, como el JAMAevidence al BMJ Evidence Centre. En estos dos meses de andadura l@s chic@s de la EASP ya han recopilado 24 videos.

Planificación familiar en Afganistán

Redacción Synaptica. Pues va a ser verdad eso de que hablando se entiende la gente. Introducir la moderna cultura de la planificación familiar en el mundo rural afgano, así, de entrada, parece algo inconcebible, dadas las durísimas circunstancias por las que atraviesa desde hace décadas el país, hoy república islámica, y la situación de las mujeres en ese contexto. Pero se ha hecho; se está haciendo. La organización estadounidense sin ánimo de lucro Management Sciences for Health, el Ministerio de Salud Pública afgano y voluntarios locales han puesto en marcha un proyecto de acceso a los anticonceptivos en áreas rurales de las provincias de Ghazni, Herat y Kabul.

Tras un proceso informativo y educacional en el que se han visto involucradas más de 3.700 familias de diversas etnias (hazara, tajik, pashtun) y sensibilidades religiosas (shiíes y sunníes), el proyecto ha conseguido en ocho meses incrementar en varias decenas de puntos porcentuales el uso de anticonceptivos en un país con una de las tasas de mortalidad materna más elevadas de mundo.

En los resultados del proyecto ha sido clave el contacto con los líderes religiosos de las comunidades: los 37 mullah de las áreas implicadas aceptaron la idea de espaciar los nacimientos usando modernos métodos contraceptivos. En ese proceso tuvo especial relevancia el diálogo en torno a la referencia que hace el Corán al paréntesis de dos años entre nacimiento y nacimiento como periodo de lactancia materna, argumento que incluso fue utilizado en algunas ocasiones en la oración de los viernes.

La historia completa, en este boletín de la OMS. 

Les presentamos a Christopher, el paciente ficticio

Redacción Synaptica. Por un twitteo de innuo hemos sabido de la existencia del bueno de Christopher Morgan, el paciente ficticio. Christopher es un adolescente de ficción creado por Novartis y, al parecer, sabe un montón de fibrosis quística: sus experiencias son las de pacientes reales. Christopher tiene su cuenta de Twitter, así que, ya saben. Pregúntenle a Christopher. O no. Más detalles, en InPharm.

… Ni te lleves las chanclas a la selva

cc, atribución j.o.h.n. walker, galería Flickr.

Redacción Synaptica. Seguro que muchos conocéis el Manifiesto Cluetrain. Para nosotros, esas 95 tesis y el desarrollo que de ellas hacen sus autores (Rick Levine, Christopher Locke, Doc Searls y David Weinberger) tienen algo de texto fundacional, de cartografía epónima de la era Internet. Nos hemos atrevido a hacer una lectura en clave sanitaria de sus propuestas, con el espíritu de quien pasea con sus amigos por una sala llena de tesoros y comparte con ellos su asombro y admiración. Luego, cuando se acaba la visita, queda la necesidad imperiosa de contarlo, de llamar a más gente para que conozcan también toda esa belleza, toda esa sabiduría. Eso es lo que hemos hecho.

Nos hemos inspirado al titular este post en una reflexión reciente que abríamos en Synaptica hace poco. Hablábamos de la inutilidad del intento de poner alambradas a la jungla. Ahora sugerimos que tampoco te lleves las chanclas a la selva.

Ahí va el texto. Reconoceréis en él un parentesco directo, en el fondo y en la forma, con el Manifiesto Cluetrain, que no ocultamos. Es más: nos orgullecemos de él y creemos que para entender mejor lo que queremos decir es recomendable leerse primero las 95 tesis del Manifiesto.

 

 
1. El entramado de intereses que configuran el ecosistema biomédico-sanitario es, en el fondo, una conversación entre personas. Las organizaciones asistenciales ofrecen su cartera de servicios; las empresas de tecnología (el medicamento es una tecnología), sus productos; instituciones de diversa índole, refugio contra la intemperie. Esas mercancías se vocean en el bazar de los espacios de comunicación. Y la gente acude al bazar a comprar. Pero no sólo a comprar: también charla, indaga, comenta, pregunta, escucha, prueba los productos. Todo eso no lo hacen las corporaciones; lo hacen las personas. La deshumanización de la vida en general y del mundo sanitario en particular tiene que ver con el olvido de esa realidad: las dimensiones del ecosistema en la actualidad han obligado a traducir la experiencia personal en cifras y gráficos. Pero quienes hablan entre sí no son los informes de gestión, los papers publicados en una revista de gran impacto ni los contratos programa: son las personas.

 

2. Las personas se reconocen mutuamente por su voz. Tienen voz humana. La conversación sólo es posible entre seres humanos. Un hospital, un sindicato, una compañía farmacéutica, sólo pueden incorporarse a la conversación si hablan con una voz humana. El blindaje de las instituciones y la impersonalidad de los canales de comunicación han liquidado la conversación en el modelo clásico de relaciones. Ese modelo está aún vigente pero también está en franco declive. Internet ha recuperado la plaza pública para las personas: es el nuevo gran bazar donde tiene lugar la conversación en torno a productos, expectativas y servicios. Sólo si las instituciones hablan con voz humana, podrán participar en la conversación. Sin esa conversación, las instituciones están aisladas y ciegas.

3. El control de los mensajes por parte de las organizaciones asistenciales, corporativas y de servicios en el ecosistema biomédico-sanitario se ha terminado. Gracias a Internet, cualquier propuesta puede ser comentada, criticada, machacada y enaltecida con un simple toque de ratón, a la vista de millones de personas, sin que nadie pueda impedirlo. Un solo hipervínculo puede ser más poderoso que cualquier campaña de comunicación multimillonaria sobre un programa de vacunación, el lanzamiento de una nueva molécula al mercado o la inauguración de un nuevo hospital. Hoy se está escribiendo el epílogo de ese modelo de comunicación unidireccional: durará lo que dure el analfabetismo digital. La destreza de las personas en la identificación de voces humanas en la Red es directamente proporcional a su impermeabilidad a los mensajes institucionales: en Internet, sólo las voces humanas se harán escuchar. Internet ha devuelto la voz a la gente y obliga a las instituciones a descender al detalle de la conversación individual. Las instituciones se están quedando solas mientras arde la fiesta en el bazar; porque no tienen una voz humana. Si las instituciones no entienden esto, la gente seguirá su propio camino. Dejaremos de comprar sus productos, dejaremos de votarles, nos iremos a la competencia.

4. Dentro de las instituciones hay personas. Queremos comunicarnos con ellas. Es absurdo cercenar el diálogo entre personas. Porque quienes trabajan en las instituciones, no son sólo unidades de producción: son personas; que hablan, comentan, preguntan y escuchan, dentro y fuera de su jornada laboral. De hecho, ya estamos hablando con ellas. Nos gustaría que estuvieran accesibles cuando contactamos con las instituciones pero, si no lo están, tampoco nos importa demasiado: ya nos cruzaremos con ellas paseando por el bazar y les preguntaremos si de verdad ese nuevo medicamento es tan bueno, si las listas de espera han bajado tanto o si ese cirujano de manos de plata opera tan bien como dicen los periódicos.

5. La conversación a uno y otro lado de las organizaciones aporta conocimiento a las personas y enriquece el ecosistema, que se vuelve más fuerte, mejor organizado. Este proceso ya ha comenzado y no tiene vuelta atrás. Las personas saben más sobre medicamentos, tecnologías, política sanitaria y sociología de la salud que las instituciones. Si éstas no son capaces de incorporarse a la conversación, no accederán a ese conocimiento y un buen día se darán cuenta de que sus productos y servicios están muy, muy, muy alejados de las necesidades de sus usuarios y clientes. Esos usuarios y clientes buscarán respuestas y establecerán lazos con quienes se las ofrezcan. No van a esperar a que las viejas instituciones cambien; se incorporarán al nacimiento de las nuevas organizaciones que surjan a su alrededor.

6. La política de ocultación es suicida en la era de Internet. Siempre habrá un empleado descontento, un funcionario honesto o simplemente alguien que pasaba por allí que destapará los chanchullos contándole la historia a su mujer, a su marido, a su vecina… O a su grupo de Facebook. Intentar blindar la información impidiendo el contacto de las personas que trabajan en las organizaciones con el mundo exterior, además de tener cierto tufillo dictatorial, es inútil.

7. Los lobos con piel de cordero huelen a miedo. Porque las ovejas se han vuelto carnívoras y diez minutos de Twitter bastan para desenmascarar a las voces metálicas que se disfrazan de personas para vampirizar el conocimiento que genera la conversación. La neolengua que hablan las instituciones va gritando a las claras que detrás está el Gran Hermano. Si las instituciones del ecosistema biomédico-sanitario quieren llegar a la gente no tienen que ser como la gente: deben ser la gente. Y si no cambian su voz, un buen día se encontrarán con que nadie las está escuchando: la gente se ha ido. Está disfrutando de la charla en Internet.

8. La audiencia de los mensajes ya no es uniforme ni pasiva: ésa es la audiencia de la televisión y de los demás medios tradicionales, piedra fundacional del gran márketing del siglo XX. Ya nadie se cree los anuncios, aunque estén disfrazados de periodismo, ya se trate del gran reportaje sobre medicina galáctica o del evento promocional camuflado de reunión científica. La nueva audiencia está en Internet y no sólo escucha: habla y exige que las organizaciones que se ponen en contacto con ella la dejen intervenir, no sólo en la elección de los productos sino en su mismo desarrollo. Esa nueva audiencia está fragmentada en miríadas de mercados: cada persona es un mercado. Si entienden esto, un servicio público de salud, un movimiento asociativo de pacientes, una institución académica, un colegio profesional sanitario, tienen en sus manos una oportunidad de oro para prosperar. Pero sólo si saben escuchar y participar en la generación de conocimiento a partir de conversaciones humanas.

9. Las instituciones, las empresas, las organizaciones, están siendo objeto del cachondeo generalizado del personal. Porque no son creíbles: cuando lanzan un mensaje, hacen el ridículo. No hablan con voces humanas. Sus intentos por parecer cercanas, guays, chachi, cool o enrolladas mueven a risa. Porque se nota a la legua que esos intentos no son sinceros. Porque persiguen captar clientes, usuarios, compradores, votos; no participar en la conversación. Por eso, lo que distingue a una voz humana del discurso impostado de una organización es el sentido del humor. Tener sentido del humor no es ser gracioso; es la capacidad de reírse; ante todo, de sí mismo, aceptando que el mundo (mi megaplan asistencial, mi superinnovación tecnológica, mi macroproyecto de investigación, mi aquilatada opinión) no es perfecto. El mundo no es perfecto porque está formado por seres humanos. Y los seres humanos son imperfectos.

10. Una empresa, una organización asistencial, una sociedad científica, que quiera entrar en la conversación, tiene que posicionarse. Ha de tener una opinión y aceptar que ésta va a ser contestada, rebatida; a veces, aplaudida. En ocasiones, ignorada. Posicionarse no es llamar a los heraldos para que canten por pueblos y ciudades las alabanzas de la propia excelencia. Posicionarse es mojarse. Asumir que hay cosas que son posibles y otras, no. Y decirlo. Especialmente, en aquello que tiene que ver con los intereses reales de las personas. Para saber qué interesa a las personas, no sólo hay que escucharlas a través de un teléfono gratuito o una encuesta demoscópica: hay que entrar en la conversación. Y hacerlo de manera auténtica y con humildad: la prepotencia de las organizaciones y su incapacidad para escuchar han laminado el sentido de pertenencia, dentro de ellas, y su credibilidad, en el exterior.

11. Las estructuras de comunicación establecidas en las instituciones para lanzar mensajes no están diseñadas para interactuar con los destinatarios de esos mensajes: porque las instituciones tienen miedo de la gente. En la mayoría de las estrategias de comunicación (incluidas las de la propia industria de la comunicación) subyace el temor de que la gente descubra qué pasa realmente dentro de la institución. Tranquilos, no es para tanto: la vida de las instituciones está dejando de ser interesante. Pero si las instituciones quieren comunicar, deben ganarse la confianza de la gente. Porque ya no es obligatorio creer en ellas como única fuente de información.

12. No hay motivos para ser leal a quien no dice la verdad. Ahora ya sabemos si una empresa dice o no la verdad. Una mentira en Internet es jugar a la ruleta rusa con cinco balas en el tambor. Así que, si alguien mete la gamba, o la mano, cuanto antes se reconozca, mejor.

13. Para adquirir una voz humana, las organizaciones deben compartir las inquietudes de la gente. Eso se llama formar parte de una comunidad. La primera consecuencia de la integración de una institución en la comunidad es el incremento de la porosidad de sus muros, la transparencia, la interacción. Esa interacción se llama diálogo. La segunda consecuencia es la pérdida de seguridad en el control de la información interna. Las instituciones deben decidir si quieren seguir viviendo dentro del búnker o no. A nosotros no nos importa; estamos disfrutando de la fiesta en el bazar y llegará un día en que, al preguntarnos cualquier despistado por el búnker, le responderemos: ¿qué búnker?

14. Para abrir espacios de comunicación interna en una organización sanitaria no basta con crear una Intranet. O se renuncia al control piramidal de la información y se erradican las prácticas de acoso a la disidencia dentro de las instituciones o, simplemente, no habrá comunicación interna. Pero sí externa, porque los disidentes se irán a contarlo a Internet. Y sabemos dónde encontrarlos: porque somos nosotros.

15. Los organigramas basados en el poder no generan conocimiento; los basados en el hecho moral del prestigio, sí. Una organización que no respeta a sus integrantes no aprende; y un organismo que no aprende, se muere.

16. Las organizaciones no pueden ya esconderse detrás de las pantallas de los departamentos de márketing, comunicación, relaciones públicas o como quieran llamarlos. Esa actitud es un insulto a la inteligencia humana. Queremos hablar con personas. No me mandes notas de prensa: cuéntamelo en Twitter. Si no os apetece hacerlo, no pasa nada. Seguiréis saliendo en la tele. Pero es que, ¿saben?, nosotros ya no vemos la tele.

17. Nos gusta más lo que hay fuera que tus ruedas de prensa para enseñarnos la nueva sala de incubadoras o la última reivindicación sindical. Nos gusta más lo que tú no controlas. Y nos estamos organizando para encontrar respuestas y soluciones sin ti. No te echaremos de menos, pero, si quieres unirte a la fiesta, eres bienvenido. Pero las reglas son las nuestras: las de la gente, las de la comunidad.

18. Trátanos como a los magnates que usan vuestros circuitos VIP para hacerse una resonancia magnética de su codo de tenista o de su wiitis y te cubriremos de joyas.

19. Confía en la gente de tu empresa, de tu organización. Cuando tú miras a otro lado (reunión de pastores, ovejas de farra) y se ponen a chatear con nosotros, suelen ser buenas personas, gente decente, accesible, razonable. De hecho, es la actitud de las personas, de tus empleados, lo que te salva el culo día tras día. Hasta que se cansen de ti.

20. No somos extraterrestres: somos la gente. Y os estamos observando. Queremos jugar con vosotros. Pero no vamos a estar siempre esperando a que despertéis.

Kevin Kruse ataca de nuevo: YouTube para e-pacientes

Redacción Synaptica. Unos 54 millones de criaturitas acceden a vídeos sobre salud en EEUU cada año, el 43% a través de YouTube. Éstos y otros datos llevan a Kevin Kruse a hablar, en el prólogo del nuevo manual de Kru Research, el think tank que dirige, ni más ni menos que de la Era de los e-Pacientes.

Tras el reciente pelotazo logrado con su manual para el uso de Twitter, el e-book que ahora sale a la luz (también descargable gratis total previa suscripción) ofrece conceptos básicos sobre el funcionamiento de YouTube y otras plataformas de vídeo, orientaciones sobre edición y creación un canal y, desde luego, casos prácticos. Esta vez son analizadas las iniciativas de varias organizaciones, como la Sociedad Americana del Cáncer, el portal TuDiabetes y ol Departamento de Salud del Gobierno estadounidense, entre otras.

Kruse no da puntada sin hilo y hace notar en la parte final del manual que son ya más de 20 las compañías farmacéuticas y relacionadas con las tecnologías sanitarias que tienen un canal YouTube; y más de 240 los hospitales que en EEUU han incorporado esta herramienta a sus estrategias de comunicación y márketing. 

El Gobierno chileno lanza un canal tv de salud por Internet

Redacción Synaptica. La epidemióloga Alejandra Burgos trajo la noticia a este lado del mar, citando la web de la CNN: el Gobierno de Chile, más concretamente la Superintendencia de Salud, ha puesto en marcha una tele por Internet. En el proyecto participa una docena larga de expertos en diferentes materias relacionadas con la salud y su conducción corresponde a Paulina Magnere, "animadora y cantante" según la nota de prensa oficial que informa sobre la iniciativa.

El canal se llama SuperSalud TV. Ustedes mismos. 

Por una sociología del pichigüili

Redacción Synaptica. Paseando por el blog de la agencia innuo hemos dado con un post de hace algunas semanas que analiza con fineza el fenómeno de los objetos "recordatorio de marca" que aparecen en ciertos ambientes de congresos y reuniones científicas. El autor del post, Xavier Lorenz, tiró entonces de un vídeo de Vicente Baos (El Supositorio, ya saben, perlas médicas que se absorben poco a poco) que le hizo plantearse la conveniencia de alguna reflexión en clave sociológica sobre el fenómeno de los pichigüilis, citando la maestría de Lis Ensalander para ejemplificar el asunto. Si los pichgüilis existen, es porque la gente los pide. O los pilla directamente. Y de qué modo…

 

Los Bolis from Vicente Baos on Vimeo.

Proyecto de e-salud en código abierto

cc, atribución, misma licencia magerleagues, galería Flickr.

Redacción Synaptica. Mantener una videoconferencia con el especialista, acceder a información de calidad sobre condiciones de salud, poder llevar una agenda personalizada de citas con el sistema sanitario o mantener al día las pautas del tratamiento farmacológico son algunos de los objetivos del proyecto My Health Portal, MHP, para facilitar la continuidad y la calidad del contacto de los pacientes con su organización sanitaria de referencia. La iniciativa se enmarca dentro de la estrategia gubernamental sueca de implantación social de las herramientas web y de aprovechar, en el ámbito sanitario, la oportunidad que suponen para reducir costes.

Ideado en código abierto, el proyecto ha sido ya incorporado al Osor, el observatorio-repositorio de software libre para las administraciones públicas europeas.

Los desarrolladores del proyecto son Christian Hilmersson, Magnus Ekstrand y Niklas Gustavsson y la iniciativa ha sido gestada entre la Universidad de Lulea y Nutek, la oficina gubernamental sueca para el desarrollo tecnológico. Quien quiera puede incorporarse a MHP a través de un grupo de Google creado con esa finalidad.   

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