Fotografía: Lin Pernille. Título: Reminiscing summer.

Redacción Synaptica. Última semana de julio, días muy calientes en la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. En tres movimientos, los responsables de la política sanitaria de la comunidad autónoma han introducido, antes de irse de vacaciones, algunos cambios organizativos que afectan a los profesionales. Primer movimiento: el SAS creará, entre otras, la categoría de facultativos de genética clínica y anuncia para el mes de octubre el inicio del proceso para la integración voluntaria de cualquier titulado en ciencias de la salud en esta nueva categoría, en una decisión claramente vinculada al desarrollo del Plan de Genética. Segundo movimiento: el Consejo de Gobierno de la Junta aprueba la creación del Registro de Profesionales Sanitarios de Andalucía, con voluntad de coordinación con el que se desarrolle en el ámbito estatal y en preeminencia sobre los de los colegios profesionales, cuya función real en el ecosistema sanitario queda cuestionada una vez más. Tercer movimiento: más de rutina, pero con innegable valor de coyuntura, el SAS ha decidido iniciar una nueva convocatoria para rescatar como eméritos a algunos de los profesionales jubilados a los 65 en una de las peores maniobras administrativas que se recuerdan en la historia de la sanidad pública andaluza. Y, last but not least, dos nombramientos muy jugosos, también en la última semana de julio: Joaquín Carmona, ex-director general de Asistencia Sanitaria del SAS, es el nuevo consejero delegado de la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada. Quizá sea verdad que los viejos rockeros nunca mueren. Para el Cabimer, en resolución de la incompatibilidad manifiesta de los cargos de ministro de Sanidad y de director de este centro científico público ubicado en Sevilla, otro fichaje estelar: Shomi Bhattacharya dirigirá estas instalaciones. Introducido en Andalucía gracias a los oficios de Guillermo Antiñolo en el contexto del Plan de Genética, con el apoyo de José Luis Rocha, este especialista en oftalmología experimental ha logrado algunos éxitos en Gran Bretaña en investigaciones sobre modelos animales.