Alfonso Pedrosa. Parecía imposible que eso llegara a ocurrir, pero la realidad se ha impuesto: la red más prestigiosa del mundo de institutos de investigación sanitaria y biomédica empieza a rescindir sus apoyos a proyectos concretos. Los NIH americanos prescindieron en 2013 de un millar de investigadores. Una consecuencia lógica tras un recorte presupuestario del 5%, que empieza a verse como el comienzo de un declive inexorable.
 
Ahora, piensen ustedes en el erial español y miren un poco, no mucho, al espejo retrovisor de los buenos y viejos tiempos: nunca mais subrogar la producción científica en la agenda política de turno.