El Congreso Nacional Farmacéutico es una de las principales citas del calendario profesional de este colectivo en España. Su vigésimo primera edición se ha celebrado entre el 3 y el 5 de octubre en Burgos y ha supuesto una buena oportunidad para seguir tomándole las medidas a la presencia en Twitter de la farmacia española. Entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre se registraron 9.173 tuits, retuits y menciones relacionados con el hashtag oficial #21CNF. La principal conclusión que he sacado del ARS del evento: las instituciones son importantes para la construcción de una comunidad.

Fueron 843 las cuentas de Twitter que tuvieron presencia activa en el contexto del Congreso Nacional Farmacéutico y generaron entre sí 4.445 relaciones. El grafo que visualiza todo eso ilustra este post y presenta una estructura de red definida por una pluralidad de comunidades (en concreto, 24) de escasa cohesión: hay más de 244.000 itinerarios posibles para que un nodo conecte con otro por el camino más corto y, si los nodos (vale decir, usuarios de Twitter participantes en la conversación) más alejados entre sí quieren contactar, han de hacerlo a través de seis usuarios.

Abajo, los usuarios más influyentes de la conversación en torno al hashtag #21CNF, ordenados en función de su rango de grado (algo así como su capacidad de influencia en función de su actividad).

Al analizar la centralidad de intermediación (esto es, la capacidad de un nodo dado para facilitar el contacto entre sí de otros nodos) y tener en cuenta la posición relativa de influencia de un determinado usuario (quiénes la citan, cuántos usuarios cuentan con él o ella para dar más potencia a un mensaje), emerge un fenómeno que me ha llamado la atención: esa red de 843 cuentas de Twitter y 4.445 tuits, retuits y menciones organizada en 24 comunidades solo es posible gracias al armazón de la actividad de unas pocas cuentas institucionales; básicamente, las relacionadas con el Consejo de Colegios de Farmacéuticos (en el grafo en tonos rojizos, bajo la preeminencia de @portalfarma). Gracias a la intensidad de esa actividad institucional se han tejido otras redes secundarias que, estando en contacto con las cuentas de las instituciones, desarrollan su actividad principal aparte, con otras agendas y otros intereses. Pero no existirían sin la función facilitadora de lo institucional. Podría decirse que las instituciones han puesto en contacto a las personas y han posibilitado la aparición de espacios independientes de la carcasa institucional, hasta asentarse en la comunidad como verdaderas referencias para sus iguales (el caso más claro y visible es el de la cuenta de María José Cachafeiro, @laboticadetete, la subred más extensa de las de tono malva-morado).

Al parecer, al menos en este caso, las instituciones sí sirven para algo: hacen comunidad.