Alfonso Pedrosa. Le he estado echando un vistazo a las últimas estadísticas del INE sobre sociedades mercantiles. Siempre me ha llamado la atención la capacidad para cerrar y abrir empresas que hay en España. Y últimamente, lo que más me sorprende es que se llame a eso dinamismo.
Vengo de un mundo duro, el de la generación de los ñus: un mundo en el que la formación dejó de ser canjeable por un puesto de trabajo. Nada nuevo. Ni más ni menos que una de las facetas del poliedro de la ruptura del pacto social a la que asistimos en primera persona.
Desde Homero y Tucídides sabemos que el dinero es la sangre de la guerra. Hace falta ese combustible para salir ahí afuera a buscarse la vida. Por eso me ha hecho pensar uno de los datos de esas estadísticas del INE: el capital societario de las empresas de nueva creación se acumula en las inmobiliarias, las financieras y los seguros. A la cola, las sociedades mercantiles relacionadas con la información y la comunicación. (Ver el pantallazo que ilustra este post).
Me he acordado de magistra @silviacobo, que explica a sus colegas periodistas empujados a emprender la utilidad de la metodología canvas; eso del lienzo, ya saben.
La información ya no es un sector. Es un componente. Lo dice el INE.
Esto también es cambio cultural.