Alfonso Pedrosa. Me pide el profesor March, aka @joancmarch, que le eche un vistazo al lipdub del II Congreso de la Escuela de Pacientes, celebrado en Granada a mediados de marzo. Lo tienen ahí abajo. Me gusta el punto gamberro que suelen tener esas acciones; si tienen lugar en un ámbito sanitario, suelen transmitir una especial energía empática, quizá resultante de la liberación explosiva de alegría en un contenedor a presión asociado a la angustia de la incertidumbre y al sufrimiento. Aitor Guitarte se entretuvo un tiempo en recopilar ejemplos en Somos Medicina: algo de eso hay. La cuestión es que el lipdub de la Escuela de Pacientes me ha gustado por una razón en especial: ahí sale gente. Gente normal, de la calle, participante en el congreso, que inunda los pasillos de una institución de investigación y formación en salud dependiente de la Administración sanitaria andaluza. Gente dentro de una institución pública; no haciendo cola para sellar un papel o para que les den cita. Están bailando, cantando, riendo. De momento, les gusta. Llegará un día en que descubran que no están allí como invitados, sino como propietarios de la institución. Entonces bailarán, sí, y además tomarán decisiones sobre esa misma institución. Porque es suya, que eso significa básicamente que sea pública. Ojalá pueda ver algún día ese lipdub.