Ilustración: pantallazo del post de referencia.

Redacción Synaptica. Hace poco nos encontramos con una agradable sorpresa navegando por ahí: voces sensatas hablando en un entorno tranquilo sobre innovación y medicamentos, lejos del ruido y la furia (bendito Faulkner) que suelen acompañar a este asunto. En la red social NETS (laboratorios, pero no sólo), Paloma Fernández Cano se marca un post en el blog de su compañía (MSD, es la gerente de Relaciones Externas) en el que reluce, por infrecuente, el sentido común.

Ideas como las que subyacen en expresiones del tipo de "existe una clamorosa necesidad de incentivos suficientemente eficaces para desarrollar medicamentos de alto interés sanitario con baja o nula rentabilidad económica" son verdaderos puentes intelectuales hacia el otro lado (los otros lados) que nos reafirman en la percepción de que éste es el momento de las personas, más que el de las organizaciones.

Fernández Cano plantea en su post (como no hay tracbacks ni url directa a la entrada, al menos para los extraños a la comunidad de Nets, hemos colgado el pdf del texto aquí) que es posible resolver la tensión entre innovación y acceso a los medicamentos en una época que dice adiós a un mercado antaño centrado en los retornos de los blockbusters tradicionales. Entre otras razones porque pelotazos, lo que se dice pelotazos, cada vez hay menos y la dinámica de investigación y comercialización de los nuevos medicamentos biotech funciona de otra manera. La gerente de Relaciones Externas de MSD en España habla de cambiar las reglas de juego en materia de incentivos. Echándole valor e imaginación para premiar de una vez, con dinero contante y sonante, a quien de verdad desarrolle medicamentos que aporten algo realmente para la salud de la gente a cambio de liberar antes las patentes. Por ejemplo. Cuando menos, son ideas interesantes. Y de eso, andamos escasos por estos lares.