Ilustración: Estructura química del omeprazol  
 
 
Juanma Cáliz. Leyendo en el último número de la revista ‘Farmacéuticos Comunitarios’, que edita la SEFAC, he encontrado una interesante investigación que se ha detenido en revisar si el omeprazol, el segundo principio activo más prescrito en España después del paracetamol y por encima del ibuprofeno, se ha visto resentido en los últimos meses y en términos de disminución de la prescripción médica o de su ingesta por parte del paciente de forma voluntaria (y claro de sus ventas), tras el estudio que publicó allá por diciembre de 2013 la revista JAMA. Como se recordará, en aquella investigación de la publicación especializada se concluía que el uso prolongado del omeprazol durante más de dos años está relacionado con la deficiencia de vitamina B12.
Pues bien, el nuevo trabajo que recoge la SEFAC, realizado durante los meses de enero y febrero de este mismo año y que ha incluido a 492 personas, revela que un amplio porcentaje de pacientes sigue tomando omeprazol porque su médico considera "que es necesario para prevenir o remitir los posibles problemas gástricos que presentan". Otro pequeño porcentaje de pacientes toma omeprazol por recomendación de amigos o familiares, considerando que al tomarlo a demanda los riesgos derivados "no van a afectarles", por lo que "no dan ninguna importancia al estudio" de sus posibles efectos contra la vitamina B12. Del mismo modo, este trabajo sostiene que tampoco ha influido en los médicos de atención primaria, ya que "continúan prescribiendo omeprazol de igual manera que antes del conocimiento del estudio, sin cambiar el tratamiento habitual de los pacientes".
En lo tocante al perfil de los encuestados, cabe destacar que el mayor porcentaje de personas encuestadas tenía entre 36 y 60 años (30 por ciento) y un 46 por ciento tenía más de 60 años. Además, un 52 por ciento de los encuestados conocía la noticia, de los cuales un 33 por ciento no le daba importancia, ya que confía en la seguridad del omeprazol o ya lo ha consultado con el médico. El resto fueron informados brevemente sobre los resultados. Sólo un 20 por ciento pidió consejo farmacéutico y un 14 por ciento prefirió pedir consejo a su médico.
Los autores de esta investigación elaboraron también un cuestionario con el fin de recoger de manera sencilla los datos de interés: de carácter personal (edad, sexo), si toma omeprazol por prescripción médica o automedicación, medicamentos y problemas de salud que justifiquen su uso. Por último, se les preguntó si conocían la noticia sobre el estudio publicado (en caso negativo, se le informa sobre los resultados del estudio) y la repercusión en el seguimiento de su tratamiento con omeprazol.
Expuestas todas las variables y analizadas, lo cierto y verdad es que sus autores concluyen que "la noticia sobre los riesgos del uso prolongado del omeprazol no ha tenido ninguna repercusión en la población" y que tampoco ha influido en los médicos de atención primaria, "ya que continúan prescribiendo omeprazol de igual manera que antes del estudio".