Redacción Synaptica. The Lancet repasaba recientemente en un reportaje algunas iniciativas más o menos aisladas desarrolladas en varios sistemas sanitarios que proponían incentivos económicos por adoptar estilos de vida saludables. Al parecer, este enfoque ha llegado a determinadas recomendaciones del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) británico, que apoyaba el establecimiento de incentivos a drogodependientes que cumplan en los programas de deshabituación; y a su National Obesity Strategy, que sugirió incentivos financieros para fomentar la pérdida de peso, una alimentación saludable o el aumento de actividad  física. El artículo repasa programas concretos: incentivos financieros para  fomentar la  adhesión de los padres a los programas de vacunas, seminarios a madres jóvenes para evitar embarazos no deseados mediante el pago de 7 dólares por clase; o canjear vales de transporte y cestas de alimentos en pro de la adherencia  terapéutica entre tuberculosos en tratamiento en Rusia, América Latina y algunos países de Europa oriental. En España, la única iniciativa similar, que también menciona Lancet, es un estudio realizado por la Facultad de Psicología Universidad de Oviedo y el Proyecto Hombre de Asturias, Efecto de los incentivos sobre la retención en un tratamiento ambulatorio para adictos a la cocaína.

Fotografía: Anita Martinz by Flickr (Creative Commons)