Juanma Cáliz.- Casi dos de cada diez españoles no lee las etiquetas de los alimentos que consumen, siendo la edad comprendida entre los 25 y los 34 años la que menos ha seleccionado esta opción (9%) y la población de entre 55 y 64 años la que más lo hace (un 25% de ellos no leen las etiquetas), según un sondeo conjunto de IMOP y Berbés Asociados Asociados, que se han interesado en conocer la opinión de los españoles referente al nuevo etiquetado. El pasado mes de diciembre entró en vigor el nuevo reglamento para regular el etiquetado de los alimentos. Con ello, se pretendía dar mayor visibilidad a las informaciones que contienen estas etiquetas y ayudar a los consumidores a tener un mejor conocimiento de los alimentos que compran y consumen. Sin embargo, esta normativa no dejó satisfechos a todos, ya que varias asociaciones de consumidores reclamaban la inclusión de otras informaciones que quedaban fuera de este protocolo, como las grasas trans o la indicación del país de origen

No obstante, entre aquellos que sí prestan atención a las etiquetas informativas en el momento de la compra destacan por encima del resto los que están de acuerdo con el vigente etiquetado y no echan nada en falta en el mismo, que ascienden a un 28% de los consumidores. Respecto a las reclamaciones más pronunciadas por los españoles se encuentra una mayor visibilidad del etiquetado (14%), elección que se incrementa con el aumento de la edad de los consumidores. También se demanda una mayor información sobre los posibles alérgenos que contengan los productos (9%), opción citada principalmente por las personas entre 25 y 34 años, y siendo bastante menor entre los más mayores.
 
Una mejor visibilidad de la fecha de producción y de caducidad (9%), más información sobre la composición del producto, conservantes e ingredientes (7%) y el origen del mismo (7%) son otras de las reclamaciones principales de los españoles en la encuesta realizada. En menor medida, la población española ha seleccionado como aspectos a mejorar en el etiquetado más información sobre valores nutricionales (6%) y mayor claridad de los contenidos (6%). Con porcentajes más bajos han solicitado información sobre las grasas trans, sobre los transgénicos y sobre el proceso de fabricación. Además, alrededor de un 4% de los consumidores señala otras opciones y otro 4% no sabe o no quiere contestar.