Redacción Synaptica. Vaya. Sabíamos que la cosa estaba apretada, pero no tanto. La gerente del Cabimer, una de las joyas de la corona de la política científica andaluza, ha notificado a la gente que trabaja allí que se acabó el apoyo económico a las clases de inglés. Además, ya no se comprará más fruta para el tentempié del personal.  Hagan ustedes una foto con el móvil a los rebosantes cuencos de fruta del tiempo que aún pueden verse en las zonas comunes del edificio, porque van a desaparecer.

En concreto, un mensaje de email oficial dice a la gente del Cabimer que "debido a los recortes presupuestarios, a partir de enero Cabimer no podrá a disposición de sus trabajadores la co-financiación de las clases de inglés, ni la fruta de media mañana". Se ruega además "a los usuarios de las clases de inglés decidan de forma colectiva si continuarán con las mismas o no para poder avisar al profesor con tiempo".

Mira que hay de dónde recortar. Con el tema del inglés, medio se puede vivir del cuento. Pero, hombre, quitar la frutita para rematar la peonada con alegría… Chungo.