La «medicina transformadora», aquella que pretende prevenir en lugar de curar, llegar antes a la enfermedad que la propia enfermedad, y hallar la explicación de una patología en su origen, parece haber saltado de la utopía a la realidad. Para el vicepresidente de Janssen, Ludo Lauwers, este es el punto fuerte de la sanidad del futuro y lo que les ha llevado a crear una plataforma experimental que persigue interpretar los primeros signos de la susceptibilidad a la patología para lograr diagnosticarla antes de que comience. Esta hazaña es posible estudiando los orígenes de la enfermedad, la predisposición genética, y las exposiciones medioambientales.


El alto coste de esta técnica obliga a pensar en un nuevo escenario con puentes creados para favorecer la colaboración externa. La alianza entre centros de investigación, gobiernos y universidades se vislumbra como la única fórmula capaz de frenar el avance de una epidemia o encontrar la cura a enfermedades crónicas. Por este motivo, Lauwers ha reclamado, durante una visita a la planta Val-de-Reuil que tiene la compañía en Normandía (Francia), un aprovechamiento conjunto del talento y las nuevas tecnologías: «No sabemos lo que puede venir y es mejor estar preparados en un ambiente de colaboración».
Janssen, perteneciente al grupo Johnson & Johnson, ha puesto en marcha una política de innovación abierta a universidades, empresas de biotecnología, compañías emergentes y otros socios externos en los campos de la química farmacéutica, la biología y la biofísica. El acuerdo más prometedor es el logrado entre el centro de investigación de Val-de-Reuil y Effimune para desarrollar un nuevo fármaco para el tratamiento de la artritis reumatoide. Este medicamento es el primero que permite bloquear las respuestas autoinmunitarias y, por ahora, ha obtenido grandes avances en esclerosis múltiple, el lupus y la uveítis. Su eficacia trasciende al campo de los trasplantes de órganos o médula ósea al ser capaz de bloquear el rechazo e inducir la tolerancia inmunológica del trasplante, tal y como ha explicado Bernard Vanhove, CEO de Effimune.
Para Lawers, la colaboración externa es, sin duda, el único camino a seguir para hacer frente a las enfermedades crónicas y epidemias que vendrán. El futuro dirá si las alianzas entre compañías, gobiernos y universidades se convierte en testimoniales o se consolidan para poner orden en el caos actual que representa la investigación a escala mundial.