Dar información no sirve de nada si no se facilitan las herramientas para interpretarla. En el ámbito de la participación ciudadana en salud, esto es especialmente evidente dadas las complejidades técnicas asociadas al funcionamiento de las organizaciones sanitarias. Por eso, tiene un especial valor, o al menos denota una cierta inteligencia, que sean esas mismas organizaciones las que descerrajen su caja de los tesoros y compartan lo que hay dentro con la ciudadanía. Eso es lo que está ocurriendo en las reuniones de trabajo que viene manteniendo la Comisión de Participación Ciudadana del Distrito Sanitario Aljarafe – Sevilla Norte.
Durante este año 2015, técnicos y gestores han venido compartiendo con los miembros legos de este órgano de participación institucional determinada información tradicionalmente considerada sensible por razones políticas y administrativas. En la sesión más reciente, tocó analizar entre otros asuntos las reclamaciones de la gente relacionadas con su centro de salud (ver pantallazo que ilustra este post). Con el abordaje de este tema culminaba la primera fase de un proceso participativo que podría denominarse voluntarioso y en buena medida voluntarista, en el que hay que reconocer el juego limpio del Distrito al mostrar sus datos con el mínimo maquillaje posible. En esta primera fase, todas las personas de la Comisión que se han tomado el suficiente interés por el asunto han podido nivelar el gap que las separa del conocimiento de los técnicos, al menos lo mínimo para saber de qué se está hablando. Ahora empieza una segunda fase: la más lenta, difícil y fructífera. La fase de la deliberación. Y aquí será la ciudadanía la que tenga que demostrar su compromiso con este proceso participativo: hay reclamaciones por retrasos en la asistencia, de acuerdo. Pero esos mismos usuarios que se quejan son responsables de que se pierdan el 15% de las consultas, por incomparecencia sin previo aviso. Y eso, la verdad, no es presentable. Eso encaja en el perfil adolescente de una ciudadanía que no asume que, o cuida el paraguas de protección sanitaria más o menos precario, pero que le cobija, de su pueblo o en su barrio, o el sistema puede precarizarse aún más hasta su irrelevancia social. En la Comisión de Participación Ciudadana del Distrito Sanitario Aljarafe – Sevilla Norte ha acabado la fase de la información. Ahora comienza la de la deliberación. La de la transición de la información al conocimiento aplicado, a los porqués de las cosas y a la intervención. Ya se han analizado las reclamaciones de los usuarios; ahora toca remangarse y plantear propuestas de solución desde la responsabilidad. La ciudadanía tiene un año ahora para demostrarle al Distrito que va en serio y que es capaz de plantear escenarios de co-decisión. No va a ser fácil. Pero va a ser divertido.


Iustración: reclamaciones de los usuarios de los centros de salud de Sevilla Norte, 2014.